La villa de "Olmiellos" acredita notable antigüedad. Aparece citada en las fuentes históricas en el año 1102. En su solar se registran obras arquitectónicas que nos mueven a pensar que la villa tuvo destacado protagonismo en la historia regional durante la Baja Edad Media. La iglesia parroquial de La Asunción y el castillo de los Cartagena son expresión de la importancia que alcanzó el lugar en la decimosexta centuria.
Reseña histórica
Las obras se iniciaron en la primera mitad del siglo XV. Su impulsor fue Pedro de Cartagena, perteneciente a una familia de origen judío que alcanzó notable poder en Burgos, llevando al obispado a varios de sus miembros. Parece que el impulsor de la obra no la vio concluida. Un nieto de aquel, también llamado Pedro, debió ser el artífice de su conclusión, que se hizo efectiva con el fin de la decimoquinta centuria.
Características arquitectónicas
La proyección de su silueta sobre el plano dibuja un cuadrado con cubos estilizados en tres esquinas y una torre rectangular dispuesta de manera diagonal en la cuarta. Descendiendo al detalle observaremos que esta configuración general debe matizarse advirtiendo que dentro de la silueta básica cuadrada se inscribe un rectángulo, correspondiente a la mitad de la planta, en el que se instalaron dos garitones volados con parapeto almenado alto sobre matacán y una ladronera intermedia. La incisiva pluma del tratadista Cooper resalta el carácter teatral de los complementos defensivos, propio de la arquitectura militar del siglo XV. Todo el recinto interior se rodeaba con barrera defensiva, cuyos vestigios cumplen, hoy, una función meramente testimonial. La torre de disposición transversal que se incrusta en uno de sus ángulos es, al parecer, posterior a la obra central. Se ha sugerido que debió emplearse como caballeriza. Todo el conjunto se realizó con sillería de talla poco cuidada.
Estado de conservación
Tras su restauración luce un aspecto de saludable consolidación. Ha conservado casi íntegra la estructura de su recinto interior.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
Las obras se iniciaron en la primera mitad del siglo XV. Su impulsor fue Pedro de Cartagena, perteneciente a una familia de origen judío que alcanzó notable poder en Burgos, llevando al obispado a varios de sus miembros. Parece que el impulsor de la obra no la vio concluida. Un nieto de aquel, también llamado Pedro, debió ser el artífice de su conclusión, que se hizo efectiva con el fin de la decimoquinta centuria.
Características arquitectónicas
La proyección de su silueta sobre el plano dibuja un cuadrado con cubos estilizados en tres esquinas y una torre rectangular dispuesta de manera diagonal en la cuarta. Descendiendo al detalle observaremos que esta configuración general debe matizarse advirtiendo que dentro de la silueta básica cuadrada se inscribe un rectángulo, correspondiente a la mitad de la planta, en el que se instalaron dos garitones volados con parapeto almenado alto sobre matacán y una ladronera intermedia. La incisiva pluma del tratadista Cooper resalta el carácter teatral de los complementos defensivos, propio de la arquitectura militar del siglo XV. Todo el recinto interior se rodeaba con barrera defensiva, cuyos vestigios cumplen, hoy, una función meramente testimonial. La torre de disposición transversal que se incrusta en uno de sus ángulos es, al parecer, posterior a la obra central. Se ha sugerido que debió emplearse como caballeriza. Todo el conjunto se realizó con sillería de talla poco cuidada.
Estado de conservación
Tras su restauración luce un aspecto de saludable consolidación. Ha conservado casi íntegra la estructura de su recinto interior.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)