El castillo de la Vela o castillo de Maqueda es un castillo situado en el municipio de Maqueda, en la provincia de Toledo (Castilla-La Mancha, España). En 1931 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. En marzo de 2013, el Estado español sacó a subasta el castillo por 9,5 millones de euros.
Descripción y características
Torres y muros del castillo. El castillo de Maqueda se encuentra en un extremo del viejo recinto amurallado del municipio, que fue cercado en el siglo XII o poco después. La planta del castillo es rectangular y ocupa dos niveles distintos de terreno. Sus muros alcanzan 3,5 metros de espesor y están protegidos por fosos en dos de sus lados y tres torres circulares en los ángulos al sur y mitad del lienzo este. Posteriormente se añadió una torre más. El almenado del castillo de la Vela es similar al del castillo de San Silvestre en Novés, que también fue construido por la familia Cárdenas.
La puerta principal está orientada al norte, lleva el escudo del matrimonio Cárdenas y Enríquez, autores de su reconstrucción, y está protegida por un buen matacán de sillería y ladrillo, con una aspillera redonda y cruciforme. Tras el portón había una fuerte reja de forja machihembrada que cerraba el paso.
El adarve y el coronamiento, de 2,5 metros de altura, está bien conservado y presenta saeteras cada dos merlones que se emparejan dos a dos con un parapeto.
Estado de conservación
Es propiedad del Ministerio del Interior de España y hasta hace poco tiempo albergaba el cuartel de la Guardia Civil. Fue declarado Monumento Histórico Artístico el 3 de junio de 1931. Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
El castillo, construido a finales del siglo X y que fue casa cuartel durante años, tenía como destino convertirse en la sede del archivo histórico de la Guardia Civil. Fue el Gobierno de José María Aznar el que decidió, en 2001, darle ese uso e inició los primeros trabajos de remodelación. Pero este destino cambió tras la victoria del PSOE en las elecciones de 2004. El nuevo director general de la Guardia Civil, el general Carlos Gómez Arruche, optó por ampliar el proyecto para que acogiera, además del archivo, el museo del Cuerpo, donde se exhiben estandartes, armamento histórico, uniformes e información de la Guardia Civil y que hoy está en la sede de la Dirección General, en la calle de Guzmán el Bueno de Madrid.
Con ese objetivo se encargó el proyecto al equipo de arquitectos de Estudio de Dos y se realizaron los trabajos de remodelación. Un sótano y tres alturas que suman una superficie construida de 3.523 metros cuadrados, según el informe técnico del proyecto, aunque en el Registro de la Propiedad consta una superficie de 2.400 metros. El edificio se terminó e incluso se llegaron a colocar algunos paneles y vitrinas que siguen ahí a la espera de recibir las piezas para la exposición.
La mayor partida del dinero invertido se lo ha llevado la obra de construcción del archivo histórico, en la que Interior gastó 5,8 millones. Tras otras inversiones menores en trabajos de dirección de obra (170.876,90 euros) y redacción de proyectos (59.750 euros), el Gobierno destinó 1,27 millones del Plan E del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero al “acondicionamiento” del museo y archivo, según la respuesta dada por el Gobierno a la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) a través del Portal de la Transparencia.
Pero la crisis económica frustró los planes y, en julio de 2013, el Ejecutivo de Mariano Rajoy incluyó el Castillo de Maqueda en la relación de 15.135 activos inmobiliarios que puso en venta para recaudar fondos. Ya lo ha sacado sin éxito a subasta pública en tres ocasiones. Entre la primera y la tercera, las pretensiones económicas del Gobierno se han reducido en un 40%. En la primera ocasión, en septiembre de 2014, Interior todavía aspiraba a ganar dinero con la venta del castillo y le puso un precio de salida de 9.588.414,50, más de dos millones por encima del coste de la obra. En la segunda, en octubre de 2015, ya se conformaba con no perder o perder lo mínimo y lo sacó a subasta por 7,47 millones como precio de salida (con la opción de bajar hasta 6,73 en segunda subasta). Pero tampoco lo vendió.
Así que 11 meses después, en septiembre de 2016, hizo el que, por ahora, es el último intento. En él ya se resignaba a dejarse hasta dos millones en el camino: lo ofertó por 5,9 millones como precio de salida y 5,37 en segunda subasta. Desde el Ministerio del Interior se asegura que desde este último intento se han recibido llamadas interesándose por las condiciones de venta directa del inmueble, pero ninguna se ha concretado. Estas mismas fuentes señalan que el último precio de salida a subasta del edificio —los 5,3 millones de euros— es por ahora su importe final si alguien quiere adquirirlo mediante compra directa, pese a que la ley permite hacer una rebaja adicional y dejarlo en 4,7 millones.
(Wikipedia)