Haza muestra una imponente estampa al viajero que transita por la hondonada excavada por el discurrir del río Duero. Encaramada sobre un amplio altozano enseña los vestigios de su esplendor pasado, cuando llegó a albergar sede de arciprestazgo de la diócesis de Osma. Su recinto amurallado y su castillo, castigados por el tiempo y el abandono, parecen, desde la lejanía, más de lo que en realidad son. Y son mucho menos de lo que fueron, pues en épocas medievales la villa destacó como sobresaliente plaza fuerte.Reseña histórica
Haza fue punta de flecha del movimiento de la reconquista en los albores del siglo X. De su repoblación se encargó el padre de Fernán González, don Gonzalo Fernández. Desde tiempos tempranos Haza quedó fortificada . Bajo el amparo de su seguridad, en la villa nació, durante la decimosegunda centuria , doña Juana de Aza, madre de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de los Padres Dominicos. La plaza pertenecería, con el correr del tiempo, a don Juan Manuel. A finales del siglo XV el dominio de la villa corresponde al primer conde de Miranda, don Diego de Zúñiga y Avellaneda, quien inició las obras de la mayor parte de los elementos arquitectónicos que, con notables signos de transformación y deterioro, han llegado hasta nosotros. A sus descendientes se atribuye el remate de las obras, que debieron concluirse en el siglo XVI.
Características arquitectónicas
Los restos del conjunto que han sobrevivido a la rapiña consisten en u n edificio rectangular y algunos paños d el recinto exterior. Los cubos y torres que reforzaban la cerca aún conservan, en determinados tramos, las ménsulas sobre las que apoyaba lo que debió ser imponente remate volado de muralla. La cerca medieval envolvía la población. En uno de los extremos del lado que se asoma al valle inferior se instaló la torre del homenaje, que dividía su espacio interior en varias alturas comunicadas por escaleras empotradasen el muro. Su remate se coronaba con almena.
Estado de conservación
Los restos del conjunto fortificado son de propiedad municipal. Han sido consolidados . Se conservan piezas desmembradas del fantástico conjunto medieval. Algunos tramos de muralla han servido de apoyo a viviendas, de modo que el caserío aparece parcialmente incorporado a la cerca.
(Carlos M. Martín Jiménez en "Los castillos y fortalezas de Castilla y León)