Esta población fue conquistada por Alfonso II en 1183 y entregada al señorío eclesiástico por este mismo monarca, recibiendo carta de población en 1217 por el arcediano de Teruel y en 1245 por el prepósito de la Seo de Zaragoza. Durante buena parte de la Edad Media perteneció al señorío de los priores de la Seo de Zaragoza, no obstante el castillo fue abandonado enseguida debido a su ineficacia defensiva.
A finales del siglo XV el lugar pasó a manos de los Torrellas. Las ruinas de este castillo se levantan sobre un cerrete de escasa altura inmediato a la población. Según las descripciones, sería de origen musulmán con algunos aditamentos posteriores. Consiste en un recinto cuadrado de mampostería, de unos 20 metros de lado, estando sus muros muy rebajados y con grandes pérdidas de material. Este recinto rodeaba a una torre rectangular situada en el centro del mismo; es del mismo material que la cerca y únicamente quedan en pie parte de los dos muros más largos.
A finales del siglo XV el lugar pasó a manos de los Torrellas. Las ruinas de este castillo se levantan sobre un cerrete de escasa altura inmediato a la población. Según las descripciones, sería de origen musulmán con algunos aditamentos posteriores. Consiste en un recinto cuadrado de mampostería, de unos 20 metros de lado, estando sus muros muy rebajados y con grandes pérdidas de material. Este recinto rodeaba a una torre rectangular situada en el centro del mismo; es del mismo material que la cerca y únicamente quedan en pie parte de los dos muros más largos.
(Gobierno de Aragón)