La villa de Trigueros del Valle - que cuenta con interesante portada mozárabe en su elevada ermita del Castillo y con la hermosa iglesia románica de San Miguel en medio de su caserío - aparece netamente dominada por la silueta de su sobria fortaleza. La historia nos señala que este territorio fue adquirido por el Conde Pedro Ansúrez - refundador e impulsor de la definitiva repoblación de Valladolid - a finales del siglo XI.
Reseña histórica
Sobre el vano de acceso al recinto hallaremos los escudos de las familias Robles - "Robres" reza en el blasón - y Guevara junto a una reseña de la fecha de 1453 que algunos estudiosos han asociado a la construcción del castillo que presuntamente impulsaran en tal fecha Gutierre de Robles y su esposa María de Guevara. Sin embargo la planta del edificio y la disposición de sus elementos invitan a pensar en una fecha de construcción anterior. Se señala a Pedro Núñez de Guzmán como posible responsable de la reconstrucción, entre 1396 y 1404, de un anterior edificio que habría resultado devastado por un contingente militar palentino. La reseña del año 1453 parece corresponder a una mera reforma emprendida por don Gutierre de Robles. Con motivo de la revuelta comunera los vecinos de Trigueros asaltaron la fortaleza para vengar los abusos sufridos, ocasionando la destrucción de la muralla externa. Esta apunte histórico permite situar la reconstrucción de sus cubos angulares con posterioridad a 1521 -circunstancia avalada por la presencia de troneras destinadas al uso de piezas de artillería ligera -.
Características arquitectónicas
El emplazamiento del castillo, al pie de una colina aledaña, invita a pensar en una finalidad residencial, pues de haberse destinado a la estrategia militar sin duda se habría instalado en un lugar más elevado y con mejores condiciones defensivas. La estructura actual del conjunto permite discernir dos fases de construcción netamente diferenciadas. En un primer momento se erigió el recinto interno - levantado con mampostería homogénea - de planta rectangular y provisto de torres angulares cuadradas. La obra se completó con la construcción de una muralla protectora externa, reforzada en las esquinas con airosos cubos ornamentados con remate de doble bocel. El acceso se verifica a través de contundente torreón con doble puerta orientado a poniente. Llama la atención la peculiar disposición de la torre del homenaje, encastrada en el muro meridional. El recinto interno conserva un interesante entramado de caballerizas y bodegas subterráneas cubiertas con techumbre abovedada. Algunas partes del paño que flanquea la torre del homenaje, en proceso de restauración, y de la fachada de acceso mantienen el remate almenado.
Estado de conservación
Se han iniciado ya las obras de consolidación y rehabilitación integral de la fortaleza, que es de titularidad municipal. El proyecto en ejecución contempla un uso cultural y turístico acorde con su naturaleza monumental y con las enormes posibilidades del conjunto de la edificación con su trama de piezas subterráneas.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
Sobre el vano de acceso al recinto hallaremos los escudos de las familias Robles - "Robres" reza en el blasón - y Guevara junto a una reseña de la fecha de 1453 que algunos estudiosos han asociado a la construcción del castillo que presuntamente impulsaran en tal fecha Gutierre de Robles y su esposa María de Guevara. Sin embargo la planta del edificio y la disposición de sus elementos invitan a pensar en una fecha de construcción anterior. Se señala a Pedro Núñez de Guzmán como posible responsable de la reconstrucción, entre 1396 y 1404, de un anterior edificio que habría resultado devastado por un contingente militar palentino. La reseña del año 1453 parece corresponder a una mera reforma emprendida por don Gutierre de Robles. Con motivo de la revuelta comunera los vecinos de Trigueros asaltaron la fortaleza para vengar los abusos sufridos, ocasionando la destrucción de la muralla externa. Esta apunte histórico permite situar la reconstrucción de sus cubos angulares con posterioridad a 1521 -circunstancia avalada por la presencia de troneras destinadas al uso de piezas de artillería ligera -.
Características arquitectónicas
El emplazamiento del castillo, al pie de una colina aledaña, invita a pensar en una finalidad residencial, pues de haberse destinado a la estrategia militar sin duda se habría instalado en un lugar más elevado y con mejores condiciones defensivas. La estructura actual del conjunto permite discernir dos fases de construcción netamente diferenciadas. En un primer momento se erigió el recinto interno - levantado con mampostería homogénea - de planta rectangular y provisto de torres angulares cuadradas. La obra se completó con la construcción de una muralla protectora externa, reforzada en las esquinas con airosos cubos ornamentados con remate de doble bocel. El acceso se verifica a través de contundente torreón con doble puerta orientado a poniente. Llama la atención la peculiar disposición de la torre del homenaje, encastrada en el muro meridional. El recinto interno conserva un interesante entramado de caballerizas y bodegas subterráneas cubiertas con techumbre abovedada. Algunas partes del paño que flanquea la torre del homenaje, en proceso de restauración, y de la fachada de acceso mantienen el remate almenado.
Estado de conservación
Se han iniciado ya las obras de consolidación y rehabilitación integral de la fortaleza, que es de titularidad municipal. El proyecto en ejecución contempla un uso cultural y turístico acorde con su naturaleza monumental y con las enormes posibilidades del conjunto de la edificación con su trama de piezas subterráneas.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)