Su dominio continuó hasta la conquista de la ciudad en 1410 por el príncipe Fernando de Antequera, que después se convirtió en rey de Aragón (1412-1416). Se dice que fue en este lugar donde se utilizó por primera vez la pólvora en España.
De la fortaleza quedan algunos tramos de muralla restaurada y torres rectangulares que no sobrepasan la altura de la muralla, junto con la imponente Torre Mocha, una torre cuadrada mucho mayor (con un incongruente campanario barroco en lo alto), localizada en una esquina, vital para la defensa. Está unida por un muro con dos pequeños torreones a otra torre cuadrada más estrecha, que se eleva a casi su misma altura. Se ha fechado en el siglo XIII. La Torre Mocha y los muros adyacentes están construidos sobre muros más antiguos, que se ven por debajo de aquéllos. Éstos tienen una construcción diferente, con niveles de piedras finas entremezcladas con piedras de mayor tamaño. Se cree que estas últimas eran de origen romano, pero nunca se ha llegado a probar satisfactoriamente.