La sobria y contundente torre que perteneciera a los condes de Luna luce un saludable aspecto tras su reconstrucción. Sufre el acoso del caserío circundante. Su finalidad defensiva ha dejado paso a nuevos y más pacíficos usos, prestando ahora servicio como apacible vivienda.
Reseña histórica
La construcción de la torre debió ser ordenada por el primer conde de Luna, Diego Fernández de Quiñones, en la segunda mitad del siglo XV. Sorprende a los tratadistas que la edificación ignore las nuevas técnicas de construcción adaptadas a los usos artilleros que comenzaban a hacerse comunes en la región durante los años que ponen fecha a su construcción.
Características arquitectónicas
Proyecta planta cuadrada. Se construyó con mampostería. Los encuentros de las fachadas se cierran mediante bien tallados sillares. El acceso original se verificaba a través de planta elevada. Luce un hermoso ventanal geminado, con parteluz compuesto por basa, columna adosada a pilar y capitel. El tramo superior de la torre externa concentra los elementos defensivos del conjunto, instalando tres ladroneras en cada fachada. En su interior se eleva un sobrio caballero o torreón interno retraído, que en opinión del tratadista Gutiérrez González se destinaría a albergue del cuerpo de guardia.
Estado de conservación
Conserva en buen estado la torre del homenaje. Es de propiedad particular y cumple funciones como vivienda.
Reseña histórica
La construcción de la torre debió ser ordenada por el primer conde de Luna, Diego Fernández de Quiñones, en la segunda mitad del siglo XV. Sorprende a los tratadistas que la edificación ignore las nuevas técnicas de construcción adaptadas a los usos artilleros que comenzaban a hacerse comunes en la región durante los años que ponen fecha a su construcción.
Características arquitectónicas
Proyecta planta cuadrada. Se construyó con mampostería. Los encuentros de las fachadas se cierran mediante bien tallados sillares. El acceso original se verificaba a través de planta elevada. Luce un hermoso ventanal geminado, con parteluz compuesto por basa, columna adosada a pilar y capitel. El tramo superior de la torre externa concentra los elementos defensivos del conjunto, instalando tres ladroneras en cada fachada. En su interior se eleva un sobrio caballero o torreón interno retraído, que en opinión del tratadista Gutiérrez González se destinaría a albergue del cuerpo de guardia.
Estado de conservación
Conserva en buen estado la torre del homenaje. Es de propiedad particular y cumple funciones como vivienda.