La villa toma su apellido del cuerpo de "Monteros". Este contingente se componía de hidalgos que a partir del año 1006 tuvieron encomendada labor de vigilancia nocturna durante los períodos de estancia de los reyes.
Reseña histórica
La primera mención documentada de la torre corresponde al inventario de bienes del mayorazgo de los Velasco elaborado a mediados del siglo XV. Se atribuye su construcción a don Pedro Fernández de Velasco, primer conde de Haro, quien ordenó su construcción a comienzo del siglo XV. Tras la creación del ducado de Frías la torre se integró en sus dominios bajo la titularidad de la familia Fernández de Velasco.
Características arquitectónicas
Tiene traza rectangular y remate almenado. Junto a la fachada septentrional se construyó un edificio menor. Combina en su fábrica cantería de diversa factura, si bien los ángulos y los marcos de los vanos confían la regularidad de su diseño a buena sillería. El aspecto más llamativo del conjunto correspondía a un elemento hoy perdido. Es muy patente la presencia en sus muros de una hilada de mechinales y dos filas paralelas de canes. La aberturas inferiores alojaban ménsulas de piedra y
soportes de madera donde se apoyaba el balcón que recorría todo el perímetro de la torre. Los soportes superiores servían para sujetar la cubierta de la galería. Se piensa que este singular complemento debió ejercer funciones como cadalso.
Estado de conservación
Conserva su estructura primitiva casi completa, aunque se ha denunciado su situación de progresivo deterioro. Es de propiedad municipal. Carece de uso.
Reseña histórica
La primera mención documentada de la torre corresponde al inventario de bienes del mayorazgo de los Velasco elaborado a mediados del siglo XV. Se atribuye su construcción a don Pedro Fernández de Velasco, primer conde de Haro, quien ordenó su construcción a comienzo del siglo XV. Tras la creación del ducado de Frías la torre se integró en sus dominios bajo la titularidad de la familia Fernández de Velasco.
Características arquitectónicas
Tiene traza rectangular y remate almenado. Junto a la fachada septentrional se construyó un edificio menor. Combina en su fábrica cantería de diversa factura, si bien los ángulos y los marcos de los vanos confían la regularidad de su diseño a buena sillería. El aspecto más llamativo del conjunto correspondía a un elemento hoy perdido. Es muy patente la presencia en sus muros de una hilada de mechinales y dos filas paralelas de canes. La aberturas inferiores alojaban ménsulas de piedra y
soportes de madera donde se apoyaba el balcón que recorría todo el perímetro de la torre. Los soportes superiores servían para sujetar la cubierta de la galería. Se piensa que este singular complemento debió ejercer funciones como cadalso.
Estado de conservación
Conserva su estructura primitiva casi completa, aunque se ha denunciado su situación de progresivo deterioro. Es de propiedad municipal. Carece de uso.