La villa tardorromana de la Olmeda fue descubierta en 1968 durante la realización de labores agrícolas, siendo declarada Bien de Interés Cultural en 1996. Esta explotación agropecuaria se desarrolló en el siglo IV d.C. Tras una profunda remodelación, este yacimiento arqueológico fue reaperturado en abril del 2009, convirtiéndose en una de las mejores villas romanas de Europa. Un moderno edificio acoge en su interior los vestigios del edificio residencial de la villa romana. El edificio residencial, de planta cuadrada, estaba flanqueado por cuatro torres, dos cuadradas y dos octogonales, éstas últimas situadas en la fachada Sur o principal, y unidas por un gran pórtico columnado. En torno a un patio central o peristilo, rodeado por una galería se distribuyen todas las dependencias de la villa.
Uno de los grandes atractivos de la villa lo constituyen los mosaicos hallados en la misma. Destaca sobre todo el situado en la gran sala de recepciones –oecus-, en el lado oriental de la residencia. La escena principal narra, en la parte superior, el descubrimiento de Aquiles por Ulises en la isla de Skyros, y una escena de caza, en la inferior.
Esta villa romana continua siendo objeto de excavaciones arqueológicas, habiendo sido descubierto recientemente un mosaico en la zona de los baños de la mansión. Hasta la fecha han sido visualizados 40 metros, aunque se prevee que sus dimensiones serán más del doble. En este yacimiento arqueológico podemos disfrutar de más de 1.400 metros cuadrados de espacio musivario.
A seis kilómetros de San Pedro de la Vega, en Saldaña, se encuentra el Museo de la Olmeda, instalado en la Iglesia de San Pedro. Su visita es complemento a la propia villa romana, ya que en él se exponen los principales objetos arqueológicos hallados en las excavaciones.