La isla de Saltés es una pequeña isla fluvial localizada en la ría de Huelva, en las inmediaciones de Huelva y Punta Umbría. En la actualidad pertenece al paraje natural de Marismas del Odiel.
La zona se encuentra en el segundo humedal más grande de Andalucía. Sobre su suelo arenoso se desarrolla un importante ecosistema de flora y fauna, destacando de esta última especies como espátulas, flamencos, garzas y cigüeñas.
El mar rodea la isla de Salthish por todas las partes; en una de ellas, solo esta separada del continente por un brazo de mar de escasa anchura; por allí pasan sus habitantes para buscar el agua necesaria. Hay pozos de agua dulce de donde se puede sacar agua sin descender mucho, y también hermosos jardines. Esta isla posee las especies mas bellas de pinos, grandes pastos siempre verdes y fuentes de agua dulce, los lacticinios y las leguminosas son excelentes.
Además de su valor ecológico por situarse en una zona de marismas y anidamiento de aves destaca por su valor arqueológico para la zona. Ha sido frecuente relacionarla con la capital de Tartesos. Así lo hizo en su Ora Marítima, el poeta romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV cuando podría referirse a ella como "la isla entre dos ríos".
Si bien también se han constatado recientemente la existencia de instalaciones de época romana relacionadas con la pesca y el salazón, lo que destaca son los restos de la ciudad-asentamiento de época hispanomusulmana. La ciudad se sitúa cronológicamente hacia los siglos X y XI, sobre todo cuando fue sede del Reino de Taifas de los Baikríes, primero, y reino de Taifas del señor de Umbra y Xaltis (Huelva y Saltes) bajo el reinado de Abd al -Aziz al-Bakrí.
A apartir de 1052 se produce su lento abandono cuando los dominios de al-Bakrí son conquistados por al-Mutadid y es confinado en la isla. En época cristiana la ciudad ya había sido abandonada existiendo únicamente algunas instalaciones civiles y religiosas.
En la actualidad los terrenos de esta ciudad están en un espacio de titularidad privada. Por los estudios realizados se estima que la ciudad tenía un plano inusualmente regular para el modelo árabe y con una fortaleza central de 70 x 40 metros de perímetro. La población se dedicaba al comercio y la metalurgia aprovechando la cercanía de las minas del norte, cuyos minerales llegaban a la ciudad y a la cercana Onuba a través del río Tinto.
Por la situación marítima de la ciudad también se dedicaban a la pesca y al comercio.
La zona se encuentra en el segundo humedal más grande de Andalucía. Sobre su suelo arenoso se desarrolla un importante ecosistema de flora y fauna, destacando de esta última especies como espátulas, flamencos, garzas y cigüeñas.
El mar rodea la isla de Salthish por todas las partes; en una de ellas, solo esta separada del continente por un brazo de mar de escasa anchura; por allí pasan sus habitantes para buscar el agua necesaria. Hay pozos de agua dulce de donde se puede sacar agua sin descender mucho, y también hermosos jardines. Esta isla posee las especies mas bellas de pinos, grandes pastos siempre verdes y fuentes de agua dulce, los lacticinios y las leguminosas son excelentes.
Además de su valor ecológico por situarse en una zona de marismas y anidamiento de aves destaca por su valor arqueológico para la zona. Ha sido frecuente relacionarla con la capital de Tartesos. Así lo hizo en su Ora Marítima, el poeta romano Rufo Festo Avieno en el siglo IV cuando podría referirse a ella como "la isla entre dos ríos".
Si bien también se han constatado recientemente la existencia de instalaciones de época romana relacionadas con la pesca y el salazón, lo que destaca son los restos de la ciudad-asentamiento de época hispanomusulmana. La ciudad se sitúa cronológicamente hacia los siglos X y XI, sobre todo cuando fue sede del Reino de Taifas de los Baikríes, primero, y reino de Taifas del señor de Umbra y Xaltis (Huelva y Saltes) bajo el reinado de Abd al -Aziz al-Bakrí.
A apartir de 1052 se produce su lento abandono cuando los dominios de al-Bakrí son conquistados por al-Mutadid y es confinado en la isla. En época cristiana la ciudad ya había sido abandonada existiendo únicamente algunas instalaciones civiles y religiosas.
En la actualidad los terrenos de esta ciudad están en un espacio de titularidad privada. Por los estudios realizados se estima que la ciudad tenía un plano inusualmente regular para el modelo árabe y con una fortaleza central de 70 x 40 metros de perímetro. La población se dedicaba al comercio y la metalurgia aprovechando la cercanía de las minas del norte, cuyos minerales llegaban a la ciudad y a la cercana Onuba a través del río Tinto.
Por la situación marítima de la ciudad también se dedicaban a la pesca y al comercio.