El inmueble se construyó en el siglo XVII, bajo el reinado de Felipe II y, desde el 1680 estaba en manos privadas. El valor de este espacio es aún mayor, ya que fue escenario de uno de los episodios históricos más de la villa, cuando los vecinos refugiados en el castillo resistieron el ataque del ejército portugués. Según narra el estudioso José de Santiago, doce mil portugueses del Conde de Prado, que sólo habían incendiado aldeas indefensas, trataron de justificarse antes de su regreso, con alguna acción militar. «Para ello cercaron el Castillo de Santa Cruz que, pese a esta desproporción de fuerzas, resistió heroicamente durante ocho días, rindiéndose, bajo honrosa capitulación, el 20 de noviembre de 1665», añade.
Estas capitulaciones incluían que su gobernador, José Madureira, pudiera salir del castillo con sus soldados y heridos llevando consigo las armas a tambor batiente y con una pieza de artillería, siendo escoltados hasta la plaza de Tui. José de Santiago cuenta que allí la fortificación militar fue entregada al general de la artillería portuguesa, Fernando de Sousa
(La Voz de Galicia)
Estas capitulaciones incluían que su gobernador, José Madureira, pudiera salir del castillo con sus soldados y heridos llevando consigo las armas a tambor batiente y con una pieza de artillería, siendo escoltados hasta la plaza de Tui. José de Santiago cuenta que allí la fortificación militar fue entregada al general de la artillería portuguesa, Fernando de Sousa
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