La construcción de un puente sobre el rio Segre lo transformo en un punto muy importante de comunicación en esa parte de Cataluña.
Durante la Guerra de los Segadores y a resultas de una batalla la villa quedó en poder de las tropas francesas hasta 1652.
En la actualidad del castillo donde murió Fernán López de Luna se conservan unos pocos muros. En la Guerra de la Independencia se uso como mirador y posteriormente como plaza de toros
En el siglo XVI es declarado en estado de ruina.