Estos son los cuatro asentamientos andalusíes más importantes de la Comunidad de Madrid. Uno en cada valle: Talamanca en el Jarama, Alcalá en el Henares, Madrid en el Manzanares y Calatalifa en el Guadarrama. Alcalá servía de eslabón en la ruta hacia Zaragoza, junto a otras importantes fortificaciones como Guadalajara, Peñafora, Jadraque, Medinaceli y Calatayud. Y Calatalifa lo hacia en la ruta entre Segovia y Toledo, junto a Olmos y Canales (ya en la provincia toledana).
Talamanca era la población de más entidad y seguramente la única que llegó a la categoría de medina (ciudad). Contaba además con un recinto interior para defensa del gobernador. Las otras tres, en cambio, eran calas o fortalezas (con el artículo, alcalás) o mudainas o ciudadelas (con el artículo, almudainas), asentamientos de menor entidad con un solo recinto. Todo este territorio, hoy desgajado, formaba entonces parte del alfoz (distrito) de la ciudad más importante de esta parte de la cuenca del Tajo: Toledo.
(¡Ah, del Castillo!)
Talamanca era la población de más entidad y seguramente la única que llegó a la categoría de medina (ciudad). Contaba además con un recinto interior para defensa del gobernador. Las otras tres, en cambio, eran calas o fortalezas (con el artículo, alcalás) o mudainas o ciudadelas (con el artículo, almudainas), asentamientos de menor entidad con un solo recinto. Todo este territorio, hoy desgajado, formaba entonces parte del alfoz (distrito) de la ciudad más importante de esta parte de la cuenca del Tajo: Toledo.
(¡Ah, del Castillo!)