Después de las Atalayas que describí el pasado 5 de Abril el siguiente escalón del sistema defensivo de Madrid lo constituyen las fortificaciones de tamaño medio, tanto los castilletes o zafras (Malsobaco, Ribas y Alboer) que ocupan la cima de pequeños cerros bien situados sobre los caminos y los cursos fluviales, como los pequeños asentamientos fortificados (Cervera y Alarilla) que sirven de enlace entre los principales puntos defensivos del sistema: medinas y alcalás o almudainas.
Unos y otros se alternan entre los grandes asentamientos, normalmente a la distancia de una jornada de viaje: Uceda (Guadalajara), Malsobaco, Cervera y Ribas, junto a Talamanca, en el camino del Jarama; y Alarilla, Alboer y Oreja (Toledo), entre Toledo y Zorita de los Canes, en el camino del Tajo.
Unos y otros se alternan entre los grandes asentamientos, normalmente a la distancia de una jornada de viaje: Uceda (Guadalajara), Malsobaco, Cervera y Ribas, junto a Talamanca, en el camino del Jarama; y Alarilla, Alboer y Oreja (Toledo), entre Toledo y Zorita de los Canes, en el camino del Tajo.