Vera de Moncayo es una población de origen musulmán conquistada por Alfonso I en 1133 después de la caída de Borja y Tarazona. Fue donada esta población y su castillo por Alfonso II al monasterio cisterciense de Veruela en 1172, en cuyo poder permaneció hasta la desamortización de sus bienes. No obstante se vió envuelto durante el siglo XV en las luchas entre Alfonso V y la familia Luna y en las guerras entre Aragón y Castilla.
Los escasos restos de este castillo se encuentran en un avanzado espolón, cerca de la iglesia parroquial. Se componen de tres muros que conforman un recinto triangular de unos 20 por 12 metros, construidos con piedra y tapial con algunos refuerzos de ladrillo. En la base del espolón se pueden apreciar profundas bodegas, algunas con bóvedas de cañón, que pertenecerían a los sótanos del castillo.
Los escasos restos de este castillo se encuentran en un avanzado espolón, cerca de la iglesia parroquial. Se componen de tres muros que conforman un recinto triangular de unos 20 por 12 metros, construidos con piedra y tapial con algunos refuerzos de ladrillo. En la base del espolón se pueden apreciar profundas bodegas, algunas con bóvedas de cañón, que pertenecerían a los sótanos del castillo.