El castillo de Calasparra figura explícitamente en la Carta de Donación de Sancho IV en 1289, y la Carta Puebla de 1412 por lo que se supone preexistente a la ocupación cristiana. Se trata de un Hisn, término que designaría un fuerte, con doble muralla, que podía albergar una pequeña población en caso de necesidad.
El castillo cayó en desuso después de la misma refundación de la Villa y la propia construcción del Palacio de la Encomienda (1412). La torre, como torre del homenaje, era el lugar más propio de juramentos y ceremonias. Constaba de tres cuerpos decrecientes coronados por un tejado a dos aguas, y dada su importancia simbólica constan sucesivas reparaciones de la torre hasta 1690. A mediados del XIX se encontraba ya en estado de franco deterioro.
En 1990 se publicó un breve boceto de la planta del castillo, trazado por Jesús Moreno Botía. En el año 2007, siendo alcalde D. Jesús Navarro comenzaron las obras de restauración del castillo, ensanchándose la vía de acceso al mismo, a costa de la muela, y procediéndose al encofrado de las ruinas.
En 2008 José Juan Moya y Martínez publicó el primer trabajo de investigación sobre el mismo, junto con un croquis de la planta basada en los restos existentes y en seis fotografías aéreas realizadas entre 1925-1990; la nómina de alcaides y la transcripción del acta notarial del pleito homenaje del alcaide Francisco Mateos Pérez de Rendón en 1636.
(Wikipedia)
El castillo cayó en desuso después de la misma refundación de la Villa y la propia construcción del Palacio de la Encomienda (1412). La torre, como torre del homenaje, era el lugar más propio de juramentos y ceremonias. Constaba de tres cuerpos decrecientes coronados por un tejado a dos aguas, y dada su importancia simbólica constan sucesivas reparaciones de la torre hasta 1690. A mediados del XIX se encontraba ya en estado de franco deterioro.
En 1990 se publicó un breve boceto de la planta del castillo, trazado por Jesús Moreno Botía. En el año 2007, siendo alcalde D. Jesús Navarro comenzaron las obras de restauración del castillo, ensanchándose la vía de acceso al mismo, a costa de la muela, y procediéndose al encofrado de las ruinas.
En 2008 José Juan Moya y Martínez publicó el primer trabajo de investigación sobre el mismo, junto con un croquis de la planta basada en los restos existentes y en seis fotografías aéreas realizadas entre 1925-1990; la nómina de alcaides y la transcripción del acta notarial del pleito homenaje del alcaide Francisco Mateos Pérez de Rendón en 1636.
(Wikipedia)