Pudiera pensarse que quien nominó a la villa de Peñaranda de Duero carecía de las más elementales nociones geográficas locales. No riega la villa el gran río de la submeseta norte, sino su más modesto afluente el río Arandilla. Pero Peñaranda ha sido compensada con otras muchas concesiones que la historia ha querido reflejar en su solar. Nuestra visita al castillo permitirá constatar en primera persona la riqueza de la valiosa oferta de alicientes que nos ofrece esta villa que cuenta -entre otros muchos valores- con una Plaza Mayor catalogada entre las más bellas de España.
Reseña histórica
El emplazamiento donde se instala el actual castillo debió ser ocupado por otra fortaleza anterior. Hacia 1317 aparece documentada una disposición testamentaria del infante don Pedro -hijo de Sancho IV - que incluía actos de disposición sobre la fortaleza de Peñaranda. Sin embargo, la construcción del edificio que ha llegado hasta nosotros data del siglo XV. El impulsor de las obras será el primer conde de Miranda del Castañar don Diego de Zúñiga y Avellaneda.
Características arquitectónicas
Su longilínea figura sugiere la estampa de un barco pétreo varado sobre un altozano. Adapta su silueta al teso en el que se asienta. De lo originalmente construido se conserva un muro completo, la torre del homenaje y el sistema de acceso flanqueado por dos cubos. La torre se incrusta en el centro del conjunto. Tiene planta cuadrada y su interior se dividía en cuatro pisos. Ha conservado en excelente estado su magnífico remate de almena sobre matacán corrido apoyado sobre modillones.
Una de sus fachadas toma luces y vistas mediante tres ventanas geminadas. La fábrica se nutre de mampostería. Los ángulos se ensamblaron con sillarejo.
Estado de conservación
Su aspecto general de obra completa y consolidada deja paso a una imagen menos optimista a medida que nos acercamos al edificio. Algunas partes del castillo muestran aspecto ruinoso. Es de propiedad particular y carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - arlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
El emplazamiento donde se instala el actual castillo debió ser ocupado por otra fortaleza anterior. Hacia 1317 aparece documentada una disposición testamentaria del infante don Pedro -hijo de Sancho IV - que incluía actos de disposición sobre la fortaleza de Peñaranda. Sin embargo, la construcción del edificio que ha llegado hasta nosotros data del siglo XV. El impulsor de las obras será el primer conde de Miranda del Castañar don Diego de Zúñiga y Avellaneda.
Características arquitectónicas
Su longilínea figura sugiere la estampa de un barco pétreo varado sobre un altozano. Adapta su silueta al teso en el que se asienta. De lo originalmente construido se conserva un muro completo, la torre del homenaje y el sistema de acceso flanqueado por dos cubos. La torre se incrusta en el centro del conjunto. Tiene planta cuadrada y su interior se dividía en cuatro pisos. Ha conservado en excelente estado su magnífico remate de almena sobre matacán corrido apoyado sobre modillones.
Una de sus fachadas toma luces y vistas mediante tres ventanas geminadas. La fábrica se nutre de mampostería. Los ángulos se ensamblaron con sillarejo.
Estado de conservación
Su aspecto general de obra completa y consolidada deja paso a una imagen menos optimista a medida que nos acercamos al edificio. Algunas partes del castillo muestran aspecto ruinoso. Es de propiedad particular y carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - arlos M. Martín Jiménez)