Este castillo fue originalmente construido durante el califato de los Omeya en la cima de un cerro de 800 metros, tuvo uso militar. Alfonso VIII lo ocupó tras la batalla de las Navas de Tolosa y fue entregado a la Orden de Monte Gaudio. Al tiempo Alfonso VIII la entregó a la Orden Militar de Santiago.
Luego de la reconquista esta fortaleza perdió importancia estratégica, fue lentamente abandonada y actualmente esta en ruinas pero aún en pié.
Sus muros tiene dos metros de grosor y en ellos se puede ver las saeteras que otorgaban al lugar una gran capacidad defensiva.
La puerta principal se encuentra en buen estado y para muchos es la pieza más importante de la fortaleza.
(Los sitios abandonados)
Luego de la reconquista esta fortaleza perdió importancia estratégica, fue lentamente abandonada y actualmente esta en ruinas pero aún en pié.
Sus muros tiene dos metros de grosor y en ellos se puede ver las saeteras que otorgaban al lugar una gran capacidad defensiva.
La puerta principal se encuentra en buen estado y para muchos es la pieza más importante de la fortaleza.
(Los sitios abandonados)