La villa de Coca aparece vinculada a sugestivas reminiscencias imperiales romanas. Corresponde a la Cauca del Bajo Imperio el honor de haber sido cuna de Teodosio el Grande, último emperador romano de oriente y occidente. Con tan egregios antecedentes no puede sorprender que Coca cuente con una obra de arte de la arquitectrura militar que ha merecido los más encendidos elogios de los tratadistas. Edward Cooper -a pesar de que criticase severamente su restauración- distinguió a esta fortaleza con el regalo de una contundente alabanza: "el castillo es un verdadero escaparate de la cúspide del arte mudejar en los últimos momentos antes de que la media luna dejara de columbrarse para siempre en Castilla la Vieja".
Reseña histórica
Los historiadores no han aunado posturas acerca de la determinación del impulsor de las obras de este castillo. Unos atribuyen el mérito de su construcción a don Alonso de Fonseca, que ejerció como obispo de Avila y arzobispo de Sevilla. Consideran estos tratadistas que las obras del soberbio edificio -generalmente reconocido como obra puntera de la arquitectura militar mudejar- debieron comenzarse en torno a 1453, fecha en que el monarca Juan II otorgó al prelado licencia para construir cualquier fortaleza en la villa de Coca, cuyo mayorazgo había formado juntamente con Alaejos en virtud de la autorización real. Otros estudiosos piensan, como impulsor de la construcción del castillo, en la persona de un sobrino de aquél, también llamado Alonso de Fonseca, y retrasan la fecha de inicio de la edificación hasta 1473. Los historiadores señalan que una fortaleza de esta naturaleza sólo podía edificarse en una circunstancia histórica caracterizada tanto por la debilidad de la monarquía como por la paralela pujanza de la nobleza. Los Reyes Católicos hubieron de preocuparse por garantizar que su titularidad recayese en leales servidores. Antes de la muerte de Alonso de Fonseca, Isabel había decretado la exclusión de las hembras como sucesoras por vía hereditaria en.su propiedad, para garantizar que la plaza fuese a parar a manos de don Antonio Fonseca, cuya fidelidad a la corona parecía indudable.
Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal con doble recinto. El edificio se protege con profundo foso, que se tapiza con muro de ladrillo para contener el inestable substrato terroso. Llama la atención un singular espolón construido en la base del torreón angular del recinto exterior más expuesta a posibles ataques enemigos. Este machón protege un pozo cuyo aparente servicio parece orientado a la refrigeración de las piezas artilleras. Sin embargo los tratadistas Cobos y de Castro advierten sobre la finalidad del pozo como sutil medio de detección de posibles excavaciones en forma de minas subterráneas que pudieran realizarse desde el exterior por las tropas de asalto para burlar la resistencia del castillo. El nivel de las aguas, artificialmente elevado, permitiría detectar las ondas que habrían de derivarse de las vibraciones producidas por la excavación de la mina. Se ha sugerido incluso la posibilidad de existencia de un entramado de canalizaciones que recorriese la base del foso, cuya ruptura provocaría un ingenioso sistema antimina por inundación. La estructura del castillo combina aspectos constructivos orientados a una finalidad residencial con un diseño defensivo de aplicación inequívocamente militar. Sobre la compacta silueta del recinto interior destacan dos formidables torres -poligonal la menor y rectangular
la del homenaje- ricamente decoradas. Las dependencias palaciegas se estructuran en torno a un patio de armas, que tuvo en origen diseño renacentista. Se ha restaurado recientemente. Lamentan los tratadistas la desaparición de sus materiales originales, que fueron enajenados por el administrador del palacio. Su galería porticada superior se decora con arcos deprimidos rectilíneos. Se ha esbozado la posibilidad de que en el diseño del castillo se combinase la aportación de un ingeniero que plantease los condicionantes de logística militar, un arquitecto que diese forma al diseño y un alarife -se cita el nombre de Alí Caroque se hiciese cargo de la exquisita construcción, en la que Cooper resaltaba "la sensación de orgánicas de la proliferación de torres y garitas poligonales que brotan unas de otras; y la increíble diversidad de técnicas decorativas de ladrillo".
Estado de conservación
Completo y en buen estado de conservación. Fue reconstruido a mediados del siglo XX. Cedido por la Casa de Alba al Ministerio de Agricultura, que instaló en sus estancias una escuela de formación de capataces agrícolas y forestales,está gestionado por la Junta de Castilla y León.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
Los historiadores no han aunado posturas acerca de la determinación del impulsor de las obras de este castillo. Unos atribuyen el mérito de su construcción a don Alonso de Fonseca, que ejerció como obispo de Avila y arzobispo de Sevilla. Consideran estos tratadistas que las obras del soberbio edificio -generalmente reconocido como obra puntera de la arquitectura militar mudejar- debieron comenzarse en torno a 1453, fecha en que el monarca Juan II otorgó al prelado licencia para construir cualquier fortaleza en la villa de Coca, cuyo mayorazgo había formado juntamente con Alaejos en virtud de la autorización real. Otros estudiosos piensan, como impulsor de la construcción del castillo, en la persona de un sobrino de aquél, también llamado Alonso de Fonseca, y retrasan la fecha de inicio de la edificación hasta 1473. Los historiadores señalan que una fortaleza de esta naturaleza sólo podía edificarse en una circunstancia histórica caracterizada tanto por la debilidad de la monarquía como por la paralela pujanza de la nobleza. Los Reyes Católicos hubieron de preocuparse por garantizar que su titularidad recayese en leales servidores. Antes de la muerte de Alonso de Fonseca, Isabel había decretado la exclusión de las hembras como sucesoras por vía hereditaria en.su propiedad, para garantizar que la plaza fuese a parar a manos de don Antonio Fonseca, cuya fidelidad a la corona parecía indudable.
Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal con doble recinto. El edificio se protege con profundo foso, que se tapiza con muro de ladrillo para contener el inestable substrato terroso. Llama la atención un singular espolón construido en la base del torreón angular del recinto exterior más expuesta a posibles ataques enemigos. Este machón protege un pozo cuyo aparente servicio parece orientado a la refrigeración de las piezas artilleras. Sin embargo los tratadistas Cobos y de Castro advierten sobre la finalidad del pozo como sutil medio de detección de posibles excavaciones en forma de minas subterráneas que pudieran realizarse desde el exterior por las tropas de asalto para burlar la resistencia del castillo. El nivel de las aguas, artificialmente elevado, permitiría detectar las ondas que habrían de derivarse de las vibraciones producidas por la excavación de la mina. Se ha sugerido incluso la posibilidad de existencia de un entramado de canalizaciones que recorriese la base del foso, cuya ruptura provocaría un ingenioso sistema antimina por inundación. La estructura del castillo combina aspectos constructivos orientados a una finalidad residencial con un diseño defensivo de aplicación inequívocamente militar. Sobre la compacta silueta del recinto interior destacan dos formidables torres -poligonal la menor y rectangular
la del homenaje- ricamente decoradas. Las dependencias palaciegas se estructuran en torno a un patio de armas, que tuvo en origen diseño renacentista. Se ha restaurado recientemente. Lamentan los tratadistas la desaparición de sus materiales originales, que fueron enajenados por el administrador del palacio. Su galería porticada superior se decora con arcos deprimidos rectilíneos. Se ha esbozado la posibilidad de que en el diseño del castillo se combinase la aportación de un ingeniero que plantease los condicionantes de logística militar, un arquitecto que diese forma al diseño y un alarife -se cita el nombre de Alí Caroque se hiciese cargo de la exquisita construcción, en la que Cooper resaltaba "la sensación de orgánicas de la proliferación de torres y garitas poligonales que brotan unas de otras; y la increíble diversidad de técnicas decorativas de ladrillo".
Estado de conservación
Completo y en buen estado de conservación. Fue reconstruido a mediados del siglo XX. Cedido por la Casa de Alba al Ministerio de Agricultura, que instaló en sus estancias una escuela de formación de capataces agrícolas y forestales,está gestionado por la Junta de Castilla y León.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)