La torre de Langa - parte de lo que debió ser castillo completo - vigila el último tramo del fluir del río Duero sobre cauce soriano. La fortificación jugó en época medieval un papel relevante como baluarte defensivo de la frontera marcada por este importante referente geográfico.
Reseña histórica
No existen datos documentados sobre el origen de esta fortaleza. En la documentación que registra la cesión de la villa a Don Rodrigo Díaz de Vivar por el monarca Alfonso X no se recoge mención alguna que pudiera hacernos presumir la existencia en aquellas fechas del castillo. Por ello los historiadores retrasan hasta el siglo XIV o XV la fecha de su edificación. En su casi vacío libro de efemérides se anota la anécdota histórica de la reclusión entre sus muros de un hermano del Almirante de Castilla llamado don Enrique, apresado por orden de Alvaro de Luna a mediados del siglo XV.
Características arquitectónicas
Una vigorosa torre de recia cantería es el único elemento arquitectónico del castillo que ha sobrevivido a los avatares históricos y a los sistemáticos expolios de materiales que debieron motivar la desaparición del recinto externo. Tiene planta cuadrangular. No presenta, en su sobria fábrica, otro resalte que su remate almenado. El acceso a su interior se verificaba a través de la segunda de las plantas en que se distribuía su interior. Se ha apuntado la posibilidad de que en el subsuelo del entorno existiesen cámaras subterráneas -hoy cegadas- para acoger tropa, almacenes de suministro y caballerías. En cualquier caso la limitación del espacio que brinda el cerro donde se asienta mueve a pensar que el edificio original debió ser de reducidas dimensiones.
Estado de conservación
Aunque conserva casi íntegra la estructura de la torre, algunas deficiencias en los paramentos parecen aconsejar obras de consolidación. Su emplazamiento sobre un teso aislado del caserío ha propiciado el abandono que sufre.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
No existen datos documentados sobre el origen de esta fortaleza. En la documentación que registra la cesión de la villa a Don Rodrigo Díaz de Vivar por el monarca Alfonso X no se recoge mención alguna que pudiera hacernos presumir la existencia en aquellas fechas del castillo. Por ello los historiadores retrasan hasta el siglo XIV o XV la fecha de su edificación. En su casi vacío libro de efemérides se anota la anécdota histórica de la reclusión entre sus muros de un hermano del Almirante de Castilla llamado don Enrique, apresado por orden de Alvaro de Luna a mediados del siglo XV.
Características arquitectónicas
Una vigorosa torre de recia cantería es el único elemento arquitectónico del castillo que ha sobrevivido a los avatares históricos y a los sistemáticos expolios de materiales que debieron motivar la desaparición del recinto externo. Tiene planta cuadrangular. No presenta, en su sobria fábrica, otro resalte que su remate almenado. El acceso a su interior se verificaba a través de la segunda de las plantas en que se distribuía su interior. Se ha apuntado la posibilidad de que en el subsuelo del entorno existiesen cámaras subterráneas -hoy cegadas- para acoger tropa, almacenes de suministro y caballerías. En cualquier caso la limitación del espacio que brinda el cerro donde se asienta mueve a pensar que el edificio original debió ser de reducidas dimensiones.
Estado de conservación
Aunque conserva casi íntegra la estructura de la torre, algunas deficiencias en los paramentos parecen aconsejar obras de consolidación. Su emplazamiento sobre un teso aislado del caserío ha propiciado el abandono que sufre.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)