El famoso castillo de Ebur aparece mencionado en el año 967 con el nombre de "Eburi". Bajo su protección se reúnen Flayna, que procede de una casa de monjas de Monzón, su hermano Juan, del cercano monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos, y su pariente Julián para fundar el monasterio de los santos Justo, Pastor y Pelayo con el fin de reparar una falta cometida por este último, dotándolo con varias heredades y sometiéndolo a la protección del cercano monasterio de San Cosme, Damián y Santa Eufemia de Cozuelos y de su abad Taurino.
En 1059 aparece nombrado como cabeza de un alfoz en el documento por el que Fernando I fija los límites de la diócesis palentina. Años después la tenencia del castillo estaba en manos de Alvaro de Lara hasta la venta del pueblo por parte de Fernando III.
Aparece en el Becerro de las Behetrías, en 1352, como behetría de Don Tello, hijo del rey Alfonso XI, teniendo por naturales a los Lara. Pagan al rey servicios y monedas pero no yantar ni fonsadera. A su señor le pagan seis maravedies, y en concepto de infurción una fanega de trigo y cuatro sueldos el que tiene una yunta de bueyes, o la mitad si no tiene bueyes o sólo uno. Además pagan 30 maravedies a los herederos de Ruy Gutiérrez de Quexada por martiniega.
En el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVI, figura como señorío del Duque de Frías. Constaba la población de sesenta y nueve casas, cuatro de ellas inhabitables, pagando infurción a las monjas de Santa Fe de Toledo. Tambien, pagaban diezmos y primicias por las tierras de pan llevar.
Tuvo gran importancia en la defensa de la zona de la Ojeda hasta el siglo XII en que es reemplazado por el de Herrera de Pisuerga, como cabecera de un territorio más amplio. A finales del siglo XVI pertenecía a la jurisdicción de Herrera dentro de la merindad de Monzón.
Su emplazamiento pudo estar situado en el monte, a dos kilómetros de Vega de Bur, en el pago conocido como Castillo de la Vega, cerca del cual se levanta un Santuario en honor de la Virgen del Rebollar, patrona de La Ojeda. Desde sus 1021 metros de altura se domina la carretera que une Herrera con Cervera de Pisuerga cruzando La Ojeda, así como la iglesia del que fue monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos y las ruinas del castillo de San Pedro el Alto al que algunos vecinos identifican como el de Ebur.
En 1059 aparece nombrado como cabeza de un alfoz en el documento por el que Fernando I fija los límites de la diócesis palentina. Años después la tenencia del castillo estaba en manos de Alvaro de Lara hasta la venta del pueblo por parte de Fernando III.
Aparece en el Becerro de las Behetrías, en 1352, como behetría de Don Tello, hijo del rey Alfonso XI, teniendo por naturales a los Lara. Pagan al rey servicios y monedas pero no yantar ni fonsadera. A su señor le pagan seis maravedies, y en concepto de infurción una fanega de trigo y cuatro sueldos el que tiene una yunta de bueyes, o la mitad si no tiene bueyes o sólo uno. Además pagan 30 maravedies a los herederos de Ruy Gutiérrez de Quexada por martiniega.
En el Catastro de Ensenada, a mediados del siglo XVI, figura como señorío del Duque de Frías. Constaba la población de sesenta y nueve casas, cuatro de ellas inhabitables, pagando infurción a las monjas de Santa Fe de Toledo. Tambien, pagaban diezmos y primicias por las tierras de pan llevar.
Tuvo gran importancia en la defensa de la zona de la Ojeda hasta el siglo XII en que es reemplazado por el de Herrera de Pisuerga, como cabecera de un territorio más amplio. A finales del siglo XVI pertenecía a la jurisdicción de Herrera dentro de la merindad de Monzón.
Su emplazamiento pudo estar situado en el monte, a dos kilómetros de Vega de Bur, en el pago conocido como Castillo de la Vega, cerca del cual se levanta un Santuario en honor de la Virgen del Rebollar, patrona de La Ojeda. Desde sus 1021 metros de altura se domina la carretera que une Herrera con Cervera de Pisuerga cruzando La Ojeda, así como la iglesia del que fue monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos y las ruinas del castillo de San Pedro el Alto al que algunos vecinos identifican como el de Ebur.