Ejemplar descollante entre los castillos roqueros, ocupa un emplazamiento impresionante, magníficamente dotado para la estrategia militar defensiva. Sólo las lejanas crestas de La Galiana dominan la fortaleza. El acceso hasta la plataforma del teso que ocupa requiere fatigosa ascensión. Pero la panorámica que se divisa desde tan privilegiado mirador es sobrecogedora, y compensa cualquier esfuerzo de aproximación. La atalaya domina el pueblo y el río de su mismo nombre. Este último acaba de recibir las aguas del tributante río Lobos, que forma en las inmediaciones de su desembocadura un impresionante cañón rocoso de belleza impar.
Reseña histórica
La construcción del castillo se atribuye al obispo de Osma, Juan de Ascaron. Proponen los historiadores el año 1302 como fecha a partir de la cual pudo ponerse la primera piedra. El prelado había adquirido la villa de los herederos de Juan García de Villamayor, quien la había tomado por la fuerza para garantizar su fidelidad al monarca Fernando IV. El recinto - que cumplió funciones como presidio de clérigos - fue reforzado por el obispo Pedro Montoya a mediados del siglo XV. La última reforma del edificio se produce en torno a 1465, y se debe al obispo Honorato Juan, que dejó seña de su dominio mediante la instalación de su escudo sobre la puerta principal del castillo.
Características arquitectónicas
Todo el conjunto se protege con una barrera externa de forma irregular, que acomoda su silueta al rocoso substrato que le sirve de base. Dentro del primer cerco defensivo se instala la estructura de doble recinto del castillo. El elemento arquitectónico mejor conservado es su esbelta torre del homenaje. La pérdida del remate de matacán corrido que apoyaba sobre la fila de ménsulas que aún se conserva contribuye a acrecentar un aspecto característico de las torres de planta cuadrangular de algunas iglesias románicas. Son muy hermosas las ventanas geminadas que se abren en la planta superior del homenaje, que se cierra con espectacular bóveda de crucería. Para garantizar el abastecimiento de agua se dispuso la construcción de una mina o galería subterránea que permitía la conexión entre el recinto fortificado y el río Ucero.
Estado de conservación
Conserva restos arruinados de sus dos recintos y una muy hermosa torre del homenaje que ha llegado a nosotros bastante completa. Es de propiedad estatal. Carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
La construcción del castillo se atribuye al obispo de Osma, Juan de Ascaron. Proponen los historiadores el año 1302 como fecha a partir de la cual pudo ponerse la primera piedra. El prelado había adquirido la villa de los herederos de Juan García de Villamayor, quien la había tomado por la fuerza para garantizar su fidelidad al monarca Fernando IV. El recinto - que cumplió funciones como presidio de clérigos - fue reforzado por el obispo Pedro Montoya a mediados del siglo XV. La última reforma del edificio se produce en torno a 1465, y se debe al obispo Honorato Juan, que dejó seña de su dominio mediante la instalación de su escudo sobre la puerta principal del castillo.
Características arquitectónicas
Todo el conjunto se protege con una barrera externa de forma irregular, que acomoda su silueta al rocoso substrato que le sirve de base. Dentro del primer cerco defensivo se instala la estructura de doble recinto del castillo. El elemento arquitectónico mejor conservado es su esbelta torre del homenaje. La pérdida del remate de matacán corrido que apoyaba sobre la fila de ménsulas que aún se conserva contribuye a acrecentar un aspecto característico de las torres de planta cuadrangular de algunas iglesias románicas. Son muy hermosas las ventanas geminadas que se abren en la planta superior del homenaje, que se cierra con espectacular bóveda de crucería. Para garantizar el abastecimiento de agua se dispuso la construcción de una mina o galería subterránea que permitía la conexión entre el recinto fortificado y el río Ucero.
Estado de conservación
Conserva restos arruinados de sus dos recintos y una muy hermosa torre del homenaje que ha llegado a nosotros bastante completa. Es de propiedad estatal. Carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)