La población ha querido hacer suya la más notable de sus edificaciones históricas, integrándola en su caserío como una vivienda más. Sus muros muestran revocos que nos hablan de utilidades que nada tienen que ver con el origen militar del edificio.
Reseña histórica
Edward Cooper se apoya en la existencia de un matacán en uno de los lienzos y en la naturaleza de su sillería para vaticinar que su construcción debió verificarse en el siglo XV. Entre los muy escasos datos que nos brindan las fuentes documentales puede destacarse la pertenencia del edificio, en el siglo XVIII, al marqués de Cerralbo.
Características arquitectónicas
Muestra planta rectangular. Fue construida con sillería menuda y compacta, bien entallada en los encuentros angulares. Pocas licencias ornamentales se permitió su proyectista. Sólo los restos de un pequeño resalte amatacanado de naturaleza defensiva quiebran la monótona sobriedad de sus muros. La disposición de los ventanucos superiores nos sugiere la posible pérdida de su remate superior, en el que hoy se alzan unos pináculos piramidales de extraña apariencia y difícil datación.
Presumen los historiadores que el edificio se protegía con un muro exterior del que no han quedado vestigios.
Estado de conservación
Muestra los inequívocos signos de las reformas que ha soportado y de los apoyos de otras edificaciones sobre sus muros, pero su aspecto general es de buena consolidación.
Reseña histórica
Edward Cooper se apoya en la existencia de un matacán en uno de los lienzos y en la naturaleza de su sillería para vaticinar que su construcción debió verificarse en el siglo XV. Entre los muy escasos datos que nos brindan las fuentes documentales puede destacarse la pertenencia del edificio, en el siglo XVIII, al marqués de Cerralbo.
Características arquitectónicas
Muestra planta rectangular. Fue construida con sillería menuda y compacta, bien entallada en los encuentros angulares. Pocas licencias ornamentales se permitió su proyectista. Sólo los restos de un pequeño resalte amatacanado de naturaleza defensiva quiebran la monótona sobriedad de sus muros. La disposición de los ventanucos superiores nos sugiere la posible pérdida de su remate superior, en el que hoy se alzan unos pináculos piramidales de extraña apariencia y difícil datación.
Presumen los historiadores que el edificio se protegía con un muro exterior del que no han quedado vestigios.
Estado de conservación
Muestra los inequívocos signos de las reformas que ha soportado y de los apoyos de otras edificaciones sobre sus muros, pero su aspecto general es de buena consolidación.