Sajazarra es una de las poblaciones más bellas de toda La Rioja. Da gusto penetrar en sus calles de casonas pétreas bien cuidadas y repletas de flores.
El castillo de Sajazarra debió tener origen románico en el siglo XIII, como una torre o castillo más de los que constituían el sistema defensivo riojano, en este caso a medio camino entre Miranda de Ebro y Haro, junto al río Ea. Su ampliación definitiva data del siglo XV, cuando se convierte en castillo palacio de los Velasco y formó parte de las disputas nobiliares con los Manrique. En los siglos XVI y XVII se seguirían acometiendo obras de ampliación y restauración.
Hoy es un precioso edificio de sillería pétrea perfectamente restaurado en los años 70 por su actual propietario.
Tiene planta cuadrada con muros rematadao con torres cilíndricas en sus esquinas.
Sobre las murallas emerge la gran torre de homenaje, de cuatro pisos superpuestos y flanqueada por cuatro garitones octogonales en sus esquinas y todo rematado por matacanes sobre ménsulas de rollos y coronamiento almenado.
El castillo de Sajazarra debió tener origen románico en el siglo XIII, como una torre o castillo más de los que constituían el sistema defensivo riojano, en este caso a medio camino entre Miranda de Ebro y Haro, junto al río Ea. Su ampliación definitiva data del siglo XV, cuando se convierte en castillo palacio de los Velasco y formó parte de las disputas nobiliares con los Manrique. En los siglos XVI y XVII se seguirían acometiendo obras de ampliación y restauración.
Hoy es un precioso edificio de sillería pétrea perfectamente restaurado en los años 70 por su actual propietario.
Tiene planta cuadrada con muros rematadao con torres cilíndricas en sus esquinas.
Sobre las murallas emerge la gran torre de homenaje, de cuatro pisos superpuestos y flanqueada por cuatro garitones octogonales en sus esquinas y todo rematado por matacanes sobre ménsulas de rollos y coronamiento almenado.