El arco que se abre ante las murallas nos muestra majestuoso un esplendoroso pasado. La repoblación al sur del territorio conocido durante el medievo como la Extremadura duriense, se realiza a través de las comunidades de Villa y Tierra. Esta peculiar organización trajo consigo el amurallamiento de las cabeceras de estas comunidades, así es como surgió este recinto amurallado entorno al viejo núcleo olmedano.
De esta época es cuando Olmedo recibe su denominación de villa de los siete sietes, pues poseía siete pueblos de su alfoz, siete arcos de entrada, siete iglesias, siete conventos, siete plazas, siete caños o fuentes y siete casas nobles.
El estilo constructivo de las murallas sigue los esquemas del mudéjar toledano, las cajas de mampostería se separan por hiladas de ladrillo, material que también es usado en los ángulos y en los arcos de entrada a la ciudad.
(Wikipedia)
De esta época es cuando Olmedo recibe su denominación de villa de los siete sietes, pues poseía siete pueblos de su alfoz, siete arcos de entrada, siete iglesias, siete conventos, siete plazas, siete caños o fuentes y siete casas nobles.
El estilo constructivo de las murallas sigue los esquemas del mudéjar toledano, las cajas de mampostería se separan por hiladas de ladrillo, material que también es usado en los ángulos y en los arcos de entrada a la ciudad.
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