El castillo de Torrejón de Velasco del Siglo XV, presenta un recinto rectangular, con unas dimensiones de 37x21 m. Los muros de este recinto alcanzan actualmente los 8 metros de altura y su espesor es de 1,40 m. Tres de sus lados están jalonados por torres semicilíndricas, levantándose en el cuarto la torre del homenaje, una construcción de planta cuadrada con cuatro pisos y una altura cercana a los 20 metros.
El castillo de Torrejón de Velasco es un típico castillo señorial de dimensiones discretas, con un recinto que albergaba un conjunto de dependencias adosadas repartidas en torno al patio. Recientes excavaciones arqueológicas han descubierto que además estaba rodeado por un profundo foso defensivo.
Perteneció a Arias Dávila, Condes de Puñoenrostro. Se encuentra en muy mal estado de conservación, aunque se han realizado algunas intervenciones con el fin de atajar su ruina. Durante los últimos siglos, había sido empleado exclusivamente como palomar.
Se encuentra a la salida de la población, a la izquierda de la carretera que conduce a Torrejón de la Calzada y al camino de Toledo.
El castillo es de propiedad privada y no está acondicionado para recibir visitantes. Actualmente está rodeado de una valla metálica que impide el acceso al interior debido al peligro de desprendimientos y a la existencia de algún pozo sin señalización ni protección alguna.
El castillo de Torrejón de Velasco es un típico castillo señorial de dimensiones discretas, con un recinto que albergaba un conjunto de dependencias adosadas repartidas en torno al patio. Recientes excavaciones arqueológicas han descubierto que además estaba rodeado por un profundo foso defensivo.
Perteneció a Arias Dávila, Condes de Puñoenrostro. Se encuentra en muy mal estado de conservación, aunque se han realizado algunas intervenciones con el fin de atajar su ruina. Durante los últimos siglos, había sido empleado exclusivamente como palomar.
Se encuentra a la salida de la población, a la izquierda de la carretera que conduce a Torrejón de la Calzada y al camino de Toledo.
El castillo es de propiedad privada y no está acondicionado para recibir visitantes. Actualmente está rodeado de una valla metálica que impide el acceso al interior debido al peligro de desprendimientos y a la existencia de algún pozo sin señalización ni protección alguna.