Encontrarnos el castillo de Viacamp sobre una alargada montaña rocosa muy cerca de la localidad del mismo nombre, en la zona mas oriental de La Ribagorza. Es un conjunto de recinto amurallado (escasos vestigios), iglesia y torre defensiva. La torre puede fecharse en torno al año 1060, durante el reinado de Ramiro I. La principal misión de este tipo de torres era la vigilancia de los caminos medievales, de allí su construcción aprovechando las cotas mas altas que ofrecía el terreno. La torre mide 4.60 metros de diámetro interior y casi 18 metros cuadrados de superficie útil, su distribución es la siguiente:
Planta Baja: Era la utilizada como almacén, muy importante para los largos asedios.
Planta 1a; Es la planta de acceso a la torre, allí también se encuentra el retrete, no tiene vanos.
Planta 2a; Vivienda, aquí encontramos los primeros vanos saeteras, un total de fres*
Planta 3a; Es la planta defensiva, allí encontramos un total de 7 vanos de medio punto. También había una pequeña capilla orientada entre dos de los vanos.
La torre fue objeto de una acertada restauración hace unos años, han colocado una escalera metálica en el interior que permite recorrer todas sus plantas sin ningún tipo de dificultad.
A unos 150 metros se encuentran las ruinas de la iglesia de San Esteban, con su gran camposanto adosado.
Parece ser que el origen del templo es Románico, aunque las posteriores reformas sufridas hacen difícil tan si quiera poder llegar a imaginarlo.
Consta de una gran nave, cuatro capillas laterales y cabecera recta. Muy recomendable su visita, La Ribagorza una vez más, no defrauda.
Planta Baja: Era la utilizada como almacén, muy importante para los largos asedios.
Planta 1a; Es la planta de acceso a la torre, allí también se encuentra el retrete, no tiene vanos.
Planta 2a; Vivienda, aquí encontramos los primeros vanos saeteras, un total de fres*
Planta 3a; Es la planta defensiva, allí encontramos un total de 7 vanos de medio punto. También había una pequeña capilla orientada entre dos de los vanos.
La torre fue objeto de una acertada restauración hace unos años, han colocado una escalera metálica en el interior que permite recorrer todas sus plantas sin ningún tipo de dificultad.
A unos 150 metros se encuentran las ruinas de la iglesia de San Esteban, con su gran camposanto adosado.
Parece ser que el origen del templo es Románico, aunque las posteriores reformas sufridas hacen difícil tan si quiera poder llegar a imaginarlo.
Consta de una gran nave, cuatro capillas laterales y cabecera recta. Muy recomendable su visita, La Ribagorza una vez más, no defrauda.
(Cristián Laglera)