Las últimas investigaciones fechan el castillo de Cumbres de San Bartolomé (Huelva) en el siglo XIV, siendo una fortaleza de época bajo medieval, que responde al momento de conquista y repoblación de la actual Sierra de Huelva. Esta fortaleza se incluía dentro del alfoz de Sevilla, y se construyó con una finalidad de defensa y control del territorio y las vías de comunicación frente a los intereses de las Órdenes Militares y el Reino de Portugal.
Las primeras noticias sobre el castillo en las fuentes documentales lo sitúan a finales del siglo XIV, en relación a las guerras con el reino de Portugal, siendo este castillo un punto de interés fronterizo durante los siguientes siglos, especialmente como consecuencia del levantamiento independentista portugués en el siglo XVII.
La fortaleza presenta una planta rectangular, en cuyo recinto se disponen torres cuadradas y redondas. Lienzos y torres se apoyan sobre el afloramiento rocoso, ayudándose de fosas de cimentación para nivelar. La fábrica es de mampostería careada, aplicando un enfoscado con mortero de cal. El acceso principal se realiza a través de una puerta enmarcada en un arco ojival guarnecida entre dos torres cuadradas, además de una poterna, también con arco ojival, como acceso secundario. El coronamiento probablemente se realizara mediante un paramento corrido.
Las estructuras internas y determinados lienzos de murallas se encuentran deteriorados, ya que parte de los materiales del castillo han sido reutilizados para la construcción de casas y otras zonas domésticas que se apoyan sobre los lienzos. Asimismo, alberga abundante vegetación sobre los muros. Contiene en el interior del recinto una plaza de toros de planta cuadrangular.
El edificio ha sido parcialmente restaurado. Las últimas campañas arqueológicas, dentro del proyecto técnico de restauración, se centraron en la caracterización formal y evolución constructiva del inmueble, y que arrojan datos muy interesantes sobre la posible fecha de construcción del castillo a mediados del siglo XIV, como el hallazgo de la moneda fechada en época de Enrique II.
(Croma-Cultura)
Las primeras noticias sobre el castillo en las fuentes documentales lo sitúan a finales del siglo XIV, en relación a las guerras con el reino de Portugal, siendo este castillo un punto de interés fronterizo durante los siguientes siglos, especialmente como consecuencia del levantamiento independentista portugués en el siglo XVII.
La fortaleza presenta una planta rectangular, en cuyo recinto se disponen torres cuadradas y redondas. Lienzos y torres se apoyan sobre el afloramiento rocoso, ayudándose de fosas de cimentación para nivelar. La fábrica es de mampostería careada, aplicando un enfoscado con mortero de cal. El acceso principal se realiza a través de una puerta enmarcada en un arco ojival guarnecida entre dos torres cuadradas, además de una poterna, también con arco ojival, como acceso secundario. El coronamiento probablemente se realizara mediante un paramento corrido.
Las estructuras internas y determinados lienzos de murallas se encuentran deteriorados, ya que parte de los materiales del castillo han sido reutilizados para la construcción de casas y otras zonas domésticas que se apoyan sobre los lienzos. Asimismo, alberga abundante vegetación sobre los muros. Contiene en el interior del recinto una plaza de toros de planta cuadrangular.
El edificio ha sido parcialmente restaurado. Las últimas campañas arqueológicas, dentro del proyecto técnico de restauración, se centraron en la caracterización formal y evolución constructiva del inmueble, y que arrojan datos muy interesantes sobre la posible fecha de construcción del castillo a mediados del siglo XIV, como el hallazgo de la moneda fechada en época de Enrique II.
(Croma-Cultura)