El castillo de Mesones de Isuela fue uno de los varios señoríos de los Fernández o Ferrench de Luna, casa que tuvo su último representante en don Lope, arzobispo de Zaragoza (1362-82). Éste fue quien ordenó la construcción del castillo en 1370 para defender las fronteras con Castilla en plena guerra de los Dos Pedros. Se usó la piedra para dar un aspecto de mayor fortaleza, en contraposición a las construcciones en ladrillo más típicas de la zona y la arquitectura mudéjar y a su muerte las obras quedaron inconclusas, sin que se continuaran edificando. Al morir legó el lugar y castillo de Mesones, junto con otros señoríos, a su hermana Toda. Muerta ésta, pasaron por herencia a su sobrino Pedro Ximénez de Urrea.
El castillo, sin duda uno de los más importantes de Aragón, tiene seis torreones y su recinto, totalmente cerrado al exterior, habla todavía de la que en tiempos fue una fortaleza inexpugnable. Abbad Ríos cita el origen, que posiblemente se remonte a los tiempos de Ramiro el Monje.
Predominan los estilos gótico y franco-gótico, excepción hecha de la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, en la torre noreste, de interior cilíndrico y cubierta con una techumbre formada por pequeñas tablas policromadas y con figuras. Esta pieza, la única mudéjar en todo el castillo, está considerada por algunos historiadores como uno de los monumentos más hermosos de Europa. La imagen de la Virgen corresponde al siglo XV. La capilla en cuestión continúa abierta al culto. Además de lo descrito, existe una nave barroca, añadida en el siglo XVII.
El castillo, sin duda uno de los más importantes de Aragón, tiene seis torreones y su recinto, totalmente cerrado al exterior, habla todavía de la que en tiempos fue una fortaleza inexpugnable. Abbad Ríos cita el origen, que posiblemente se remonte a los tiempos de Ramiro el Monje.
Predominan los estilos gótico y franco-gótico, excepción hecha de la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, en la torre noreste, de interior cilíndrico y cubierta con una techumbre formada por pequeñas tablas policromadas y con figuras. Esta pieza, la única mudéjar en todo el castillo, está considerada por algunos historiadores como uno de los monumentos más hermosos de Europa. La imagen de la Virgen corresponde al siglo XV. La capilla en cuestión continúa abierta al culto. Además de lo descrito, existe una nave barroca, añadida en el siglo XVII.
(Redaragón)