Este suntuoso palacio de recreo se levanta junto a la sierra de Guadarrama, sobre el solar de una antigua hospedería de los monjes Jerónimos.En 1720 Felipe V promovió la construcción de un palacio al estilo de la corte versallesca de su abuelo Luis XIV. Los arquitectos y artífices que trabajaron en este Real Sitio contribuyeron a la riqueza ornamental del interior y a realzar los espléndidos jardines que lo rodean.
Tras el incendio de 1918 se restauraron las estancias dañadas, aunque éstas perdieron parte de su esplendor original.
La visita guiada discurre por impresionantes salones decorados con objetos de arte, frescos clásicos, mármoles y brocados. Las lámparas proceden de la Real Fábrica de Cristal, fundada en este mismo lugar, donde ahora existe un interesante museo. En las dependencias privadas del palacio se conserva una espléndida colección de tapices. La colegiata, decorada al estilo barroco, acoge en su interior el sepulcro de Felipe V y su esposa Isabel de Farnesio.
Los jardines están trazados al estilo francés, entre castaños, con un importante conjunto escultórico de fuentes, estatuas y otros motivos inspirados en Versalles, generalmente de temas mitológicos. El agua, a determinadas horas, corre por sus fuentes algunos días de verano.