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Channel: Fosos y almenas
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Castillo de Cea

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El castillo de Cea está librando su última batalla, en este caso contra los inexorables efectos del abandono y del transcurso del tiempo. Vivimos días de vísperas de su presumible total arruinamiento. Disfrutemos, hasta que se consume su desaparición, de los últimos vestigios de una fortificación cargada de resonancias históricas en la lucha fratricida en que se trabaron leoneses y castellanos con motivo de la fragmentación del reino acaecida en 1157 tras el fallecimiento del monarca Alfonso VII.

Reseña histórica
La fortaleza de Cea cumplió papel defensivo de la línea fronteriza del río del que toma nombre. La división del reino de Castilla y León motivó, durante los setenta años que transcurrieron hasta su definitiva reunificación, constantes fricciones. Su construcción debe ser, sin embargo, anterior a esta peripecia histórica. Se ha señalado que la fortaleza sirvió como presidio del rey navarro García a finales del siglo XI. En el Siglo XIV el castillo pertenecía a Juan Alfonso de Alburquerque. El monarca Pedro I - a quien sus detractores acusaban de ejercer un poder tiránico y cruel - ordenó el asalto y destrucción del castillo en la segunda mitad del siglo XIV.


Características arquitectónicas
Sólo han sobrevivido los restos de una majestuosa torre del homenaje, agrietada y en situación terminal, y algunos vestigios de una barbacana exterior. El derrumbe de los muros de la torre ha dejado al descubierto la intimidad de sus estancias interiores, que se distribuyen en diferentes pisos. El conjunto, que fue construido con mampostería, se coronaba con almena. Al pie de la torre del homenaje, y para reforzar las cárcavas terrosas excavadas por el río Cea, se construyó una barrera almenada de la que quedan en pie algunos vestigios.


Estado de conservación
Se conservan, únicamente, algunos lienzos del recinto interno y una parte de la muralla exterior, que soportan el paso de los años en estado de absoluto abandono.

Castillo de Villapadierna

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Perdido su cometido histórico, el castillo de Villapadierna ha pasado a cumplir funciones - puramente naturalistas y nada indignas - de soporte de un cuantioso número de nidos de cigüeña que se alinean sobre el remate de sus muros.
 
Reseña histórica
Fue construido por orden del Almirante de Castilla Fadrique Enríquez, que había recibido la villa de Juan II en 1431.


Características arquitectónicas
De cuanto se planificó y ejecutó han sobrevivido únicamente restos de un doble recinto que proyecta planta cuadrada concéntrica. La barrera externa aparece semiderruida y muy desgastada en los tramos conservados.
Mejor estado de preservación presenta la adusta torre central, en cuya parte superior se abren ventanas de amplia flecha. El acceso al núcleo interior se verificaba a través de la segunda planta del torreón. Todo el conjunto se construyó con mampuesto menudo, sirviéndose de sillería para recortar los ángulos y de sillarejo para enmarcar los vanos de los ventanales.


Estado de conservación
Ha llegado hasta nuestros días en estado semirruinoso. La vegetación engulle su recinto interno. Carece de uso.

Castillo de Sotopalacios

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La villa de Sotopalacios ostentó capitalidad jurisdiccional de la Merindad de Río Ubierna. Una tradición de base inconsistente vinculaba el castillo a la figura de Rodrigo Díaz de Vivar. No tiene otro fundamento la denominación popular del edificio como Palacio del Cid que la proximidad de la aldea de su nacimiento. Hubo, parece cierto, en su solar una fortaleza anterior. La intervención arqueológica ha desvelado la existencia de restos de anterior cimentación correspondiente a un edificio que nada tiene que ver con el actual. La tardía cronología del palacio que ha llegado hasta nuestros días desbarata toda pretensión de ver en la nominación legendaria alusiva al Campeador cualquier atisbo de veracidad histórica.

Reseña histórica
Edward Cooper advierte la presencia, en una crujía del ángulo noroeste, de "ventanales lanciformes del tipo habitual del siglo XIII". No obstante, las obras fundamentales del palacio que ahora contemplamos debieron llevarse a cabo a lo largo del siglo XV. Durante la centuria
siguiente continuaron las tareas de edificación, según se desprende de documentación relativa a una solicitud de autorización real. La plaza pertenecía a los Manrique en el momento del inicio de las obras de reedificación. El linaje Padilla y los duques de Lerma sucedieron a los titulares originales en la propiedad del inmueble.


Características arquitectónicas
Su estructura responde más a la de una residencia palaciega que a la de edificio militar de carácter estrictamente defensivo. Tiene planta cuadrada. En las esquinas de uno de los muros se instalaron dos gruesas torres - también de planta cuadrangular - dispuestas en posición diagonal respecto al frente del edificio. Una tercera torreta albarrana, de menor entidad, ocupa otro de los ángulos. Todo el conjunto se levantó con mampostería, reservando la sillería para el remate de los encuentros de las fachadas. El interior del palacio distribuye sus estancias en torno a un patio central. El edificio se corona con almena sobre matacán corrido apoyado sobre ménsula de doble cuerpo.


Estado de conservación
Conserva su estructura básica en buen estado. Ha sido restaurado. Es de propiedad particular. Se destina a vivienda.

Castillo de Lezana de Mena

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La torre de Lezana fue erigida en una época en que las diferentes estirpes de la nobleza regional burgalesa se encontraban trabadas en permanente pendencia. Goza de esa sutil forma de armonizar volumen y formas, característica de las torres burgalesas, que consigue, a base de argumentos estéticos de máxima sobriedad, arrancar siempre al visitante una expresión admirativa.

Reseña histórica
Su construcción originaria se atribuye a la familia Angulo, quien debió erigir un primer edificio en la segunda mitad del siglo XIV. La más antigua cita documentada de la torre corresponde al año 1397 y se refiere a un reparto de la herencia de Pedro Gómez de Porras, cuya esposa Juana Fernández de Angulo había aportado el edificio a la sociedad económica matrimonial. En la segunda mitad del siglo XV Lope García de Velasco forma mayorazgo en el que se incluía esta edificación. Debió ser (entonces cuando se construyeron la barrera defensiva y los garitores de la corona, y cuando se abrieron los vanos para toma de luces y vistas.


Características arquitectónicas
Su estructura, muy simple, se compone de barbacana exterior y torreón central rectangular, que se remata con corona de almena y garitas angulares. La cerca - ahora decrecida - refuerza su poder defensivo con cubos en las esquinas y torrecillas cuadradas en mitad del muro. Tuvo cuatro plantas y adarve sobre cubierta. Las plantas segunda y tercera recibían luces a través de angostos ventanucos apuntados. En sus fachadas se practicaron aspilleras defensivas. La torre, cuyos muros decrecen en grosor a medida que se elevan, alcanza una veintena de metros de altura. Se edificó con sillarejo de buena calidad. Peor material se empleó en la barbacana, que se levantó con mampuesto en época posterior a la construcción del recinto central.


Estado de conservación
Conserva íntegra su estructura primitiva. Ha sido restaurada. Es de propiedad particular y carece de uso.


(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Torre de Toraza - Valtierra

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Situación

La Torre de Toraza se encuentra en lo alto de la localidad de Valtierra, provincia de Navarra.

Historia

Los cimientos de la torre corresponden a un monumento funerario de un origen romano. En época medieval sus muros se recrecieron, convirtiéndose en atalaya defensiva y pasando a formar parte del sistema defensivo constituído por las murallas y el castillo que existió antiguamente. Hacia el año 842 era uno de los bastiones de Muza ben Muza. El 1110 el rey de Navarra Alfonso el batallador reconquistó el lugar.

Tras la reconquista, los musulmanes no abandonaron la villa sino que convivieron con los cristianos durante siglos. En 1515 se les obligó a marcharse o a convertirse al Cristianismo. Aunque la mayoría se quedó, convirtiéndose al Cristianimos y adoptando otros nombres, fueron odiados y perseguidos. Se les llamó conversos, moriscos o morotos. El apodo de los Valtierranos es Teo y el de los arguedanos Moroto. Mientras Teo viene a significar cristiano viejo, moroto significa converso. Autores como Quevedo reflejan en sus obras el argot de aquella época que aquí se conserva.

Estado de conservación

Se encuentra en estado de ruina progresiva.

Visitas

Es de acceso libre.

Protección

Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.


Castillo de Villanueva de Jamuz

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Las similitudes que presenta la torre de este castillo con la gemela de Laguna de Negrillos permiten pronosticar que sus obras se deben al mismo patrocinador y a igual ejecutor.

Reseña histórica
La parte más antigua del edificio , incluida la torre del homenaje, se debe a la iniciativa de Diego Fernández de Quiñones - intitulado conde de Luna a partir de 1462 - y su esposa María de Toledo. Las obras debieron llevarse a efecto en la primera mitad del siglo XV. Don Suero de Quiñones, hijo de los impulsores del proyecto original,  heredó el castillo y realizó en él obras de reforma y ampliación.


Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal con tres cubos angulares y una torre semicircular incrustada en medio del lienzo. La torre del homenaje, que tuvo cuatro pisos y se coronaba  con cornisa volada apoyada en modillones, ocupa el ángulo restante. Todo el conjunto se construye con mampostería menuda. Los remates angulares se cuadran con sillarejo. La similitud entre las torres de Villanueva y Laguna es muy patente. Las ventanas se enmarcan también aquí con jambas monolíticas y piedras que forman arco de medio punto o ligeramente apuntado.


E s t a d o d e conservación
Ha conservado lo más esencial de su estructura, con algunas faltas en el recinto externo. También perdió el remate volado de la torre. Es de propiedad municipal.


(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Castillo de Alberuela de Tubo

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El Castillo de Alberuela de Tubo consiste en una gran plataforma de arenisca, de forma triangular, que se erige sobre otros dos bancales pétreos, con paredes elevadas en cuyo perímetro se hallan restos de un recinto fortificado. El castillo formó parte de una red de fortalezas que los musulmanes levantaron en el siglo IX para frenar el avance cristiano desde el norte, protegiendo la importante ciudad de Zaragoza y toda la Marca Superior de Al-Andalus.
El conjunto de la plataforma estaba cerrado por una muralla edificada en grandes sillares de arenisca, dispuestos a tizón, con la cara exterior almohadillada. Debido a un derrumbe del terreno, una parte de su sector occidental fue reconstruida en la Baja Edad Media (la actual puerta de acceso, en arco de medio punto, es también bajomedieval).
En cada uno de los ángulos de la fortaleza se elevaba una torre de planta rectangular, edificada con el mismo tipo de sillares, alguna de las cuales subsiste en la actualidad, siendo la más destacada la del ángulo SE, asociada a un largo lienzo de muro.
En el interior, las excavaciones han revelado la presencia de múltiples habitaciones rectangulares talladas en la roca, así como pequeñas cavidades circulares de algunos centímetros de profundidad dispuestas en líneas, a la manera de un damero (son el testimonio del modo de extracción de los bloques empleados para la construcción de la muralla).
El resto de la plataforma estaba ocupado únicamente por una cisterna y numerosos silos subterráneos en forma de pera. Ninguno de estos elementos es visible en la actualidad.
En su origen dicho castillo no trataba de ser un recinto-refugio para una población que habitara en los alrededores, sino de una fortaleza poblada por una guarnición exclusivamente militar e, hipotéticamente, por el representante de un posible poder político de carácter regional.
Los rasgos que avalan esta hipótesis son la calidad de la obra del recinto y las similitudes que muestra la muralla con la de la época omeya de Huesca, así como la escasa cantidad de material recogido en las excavaciones, que atestigua un número reducido de pobladores. La mencionada similitud con la muralla de Huesca, permite fechar la construcción del recinto hacia mediados del siglo IX, en los años inmediatamente posteriores al 850.

Castillo de los Bazán - Palacios de la Valduerna

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La villa debió contar con antiguo recinto amurallado construido en tapial del que quedan algunos restos.

Reseña histórica
La construcción de los primeros componentes de la estructura del castillo se atribuye a Pedro González de Bazán, que había heredado el señorío de su padre Juan de  Bazán - adquirente del dominio por donación de Enrique II -. En los primeros años del siglo XV ordena la edificación de la torre del homenaje , que los tratadistas destacan como parte más antigua de la obra. Se llega a esta conclusión analizando su estructura y comprobando que carece de las troneras precisas para el empleo de las nuevas armas artilleras que caracterizan las construccines realizadas con el avance de la centuria. Tales aperturas ya aparecen  - aun cuando con caracteres que los especialistas califican como de "tipo arcaico" por su forma meramente circular - en los muros del recinto, que debieron ser construidos a instancia de Pedro de Bazán, quien había sucedido en la titularidad del señorío al constructor de la obra primera del conjunto.


Características arquitectónicas
Cuanto ha llegado hasta nosotros consta de un muro del recinto interno - almenado, horadado y parcialmente arruinado -construido con mampostería menuda, una torre entre circular y elíptica del mismo material, así como un pequeño retazo de otro de los m uros y algunas dependencias del recinto interior. Debió de tener planta rectangular con cubos angulares . La torre del homenaje, que ocupa una de las esquinas del recinto interno, ha sido reconstruida y consolidada . Se edificó para albergar cuatro plantas. Todo el conjunto se coronaba con remate almenado.


Estado de conservación
Sólo ha conservado algunas piezas del muro perimetral interno y la ovalada torre, que ha sido reconstruida y reafirmada. Es de propiedad particular.


(Los castillos y Fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Torre de Cespedosa

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Cespedosa y Puente del Congosto siguen trayectorias históricas paralelas. Pero mientas ésta fue agraciada con la instalación de notable castillo, aquella hubo de conformarse con una simple, aunque esbelta y airosa, torre fortificada.

Reseña histórica
Compartía el torreón de Cespedosa con el castillo de Puente del Congosto la responsabilidad de la vigilancia del valle del Tormes. Ambas villas unen también su historia por la donación que de las mismas hizo Enrique III a don Gil González Dávila en el año 1393. La torre de Cespedosa debió ser erigida por el donatario o su hijo, don Juan de Ávila -señor de Cespedosa-, en la primera mitad del siglo XV. El emblema heráldico de la familia Ávila aparece incrustado en diferentes partes de los muros del edificio.


Características arquitectónicas
Descubriremos en su fábrica el empleo de mampuesto de canto rodado y roca granítica, que se refuerza en los ángulos con cuidada sillería. Es de planta rectangular. Su remate se resuelve con almena, junto a la que vuelan, en los frentes, resaltes amatacanados defensivos.


Estado de conservación
Muestra un buen estado de consolidación externa, a pesar de la apariencia de fragilidad y desamparo que le confieren su esbeltez y la soledad y falta de protección de su elevado emplazamiento, extramuros de la población de la que toma nombre.


(Los castillos y fortalezas de Castillas y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Castillo de Miranda del Castañar

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Quiso la fortuna bendecir a Miranda del Castañar ubicando su caserío en un resalte del terreno desde el que se disfruta una hermosa panorámica. La otoñada compone en su entorno un canto a la vivacidad de su bello y cambiante paisaje.

Reseña histórica
Miranda del Castañar se constituye en Comunidad de Villa y Tierra bajo el reinado del monarca Alfonso IX. La protección del núcleo urbano repoblado se confió a una muralla, que serviría posteriormente de apoyo para la construcción del castillo. Mediado el siglo XV el monarca castellano Enrique IV donó la villa de Miranda - que había confiscado al conde de Alba - a don Pedro de Zúñiga, conde de Plasencia. Las obras del castillo se inician en 1451. Así lo atestigua una desgastada lápida incrustada en uno de los muros de la torre del homenaje. Dos años después del inicio de las obras fallece su impulsor don Pedro de Zúñiga - o Estúñyga, según reza la lápida fundacional -. Le sucede en el señorío de la villa su hijo don Diego López de Zúñiga, que en 1457 es intitulado Conde de Miranda del Castañar. Continuó las obras del edificio fortificado, hasta que fue ocupado por el duque de Alba don García Álvarez de Toledo, que reivindicaba derechos históricos derivados de la donación de la villa por el rey castellano Juan II a sus antecesores. Ciertas características arquitectónicas de alguno de los cubos de la barrera hacen presuponer a los historiadores que el cierre externo del castillo debió rematarse en épocas más tardías.


Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal. Su estructura se compone con torre del homenaje de planimetría cuadrangular y un recinto amurallado de forma irregular, en cuyo contorno se distribuyen media docena de cubos defensivos. Combina materiales constructivos heterogéneos. El proyectista del edificio aprovechó una parte del recinto amurallado de que disponía la villa antes de la construcción del castillo. Estos tramos del recinto exterior se fabricaron con mampostería, mientras que en los muros más modernos hallaremos sillarejo irregular. La torre del homenaje ocupa una posición descentrada en el patio interior. Los restos de su corona que se han conservado nos permiten adivinar que tuvo almena sobre matacán apoyado en ménsulas de tres cuerpos y garitas angulares.


Estado de conservación
Conserva en buen estado de consolidación una parte importante de su estructura original. Es de propiedad particular y carece de uso.


(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Castillo de Villavellid

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Castillo de Villavellid
Apartada del núcleo urbano aledaño, la fortaleza de Villavellid muestra su talante sobrio y discreto refugiándose en una ligera depresión aterrazada y encajada entre blanquecinos cerros.


Reseña histórica
La primera cita documentada de la existencia de recinto fortificado en Villavellid consta en el testamento de Doña Elvira de Bazán, quien a comienzos del siglo XV instituía a su hijo Ramiro Núñez de Guzmán heredero de la "villa y casa fuerte de Villavellid". Un trueque hereditario hará que la villa y sus edificios sirvientes pasen a manos de doña Juana Bazán, que emparentó con el linaje de los Almanza. Se atribuye a Diego Almanza el inicio de las obras de construcción de la adusta fortaleza que hoy podemos contemplar.


Características arquitectónicas
Muestra una sencilla planta rectangular rematada por una compacta torre del homenaje cuadrada situada en el ángulo noroccidental, que ha visto decrecer notablemente su altura original. A través de una portada ornamentada con arco apuntado - semicircular en su cara interna - se accede al patio de armas. La elevación de la puerta del homenaje respecto del plano del patio nos invitará a pensar que existió un puente flotante - presumiblemente de madera - por el que se alcanzaba el interior de la torre, que mientras permaneció habitada, se dividió en diversas estancias distribuidas en altura.


Estado de conservación
El recinto central aparece abierto al exterior por el derrumbe de uno de sus muros - antaño muy sólidos, hogaño debilitados, según lamentan los expertos, por la extracción de arcillas del entorno -. La descomposición del muro arrastró en su desplome a uno de los tres cubos cilíndricos angulares que remataban el conjunto. Reclama, desde su discreto emplazamiento, una decidida actuación de consolidación.


(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Castillo de Villalba de los Alcores

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Villalba cuenta con sobria fortaleza cuyo origen venía siendo asociado a la presencia en la villa de Caballeros Hospitalarios y Templarios durante el siglo XII. Las investigaciones más recientes parecen apuntar en otra dirección a la hora de determinar los responsables de su construcción.

Reseña histórica
Tradicionalmente se ha venido asociando su fundación a la actividad de los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén que apoyaron durante el siglo XII al monarca castellano Alfonso VIII en sus pendencias con el reino leonés. Sin embargo, un estudio detallado de su heráldica revela La intervención de Alfonso Téllez de Meneses en la construcción del recinto central. Sufrió importantes desperfectos con motivo del asalto protagonizado a mediados del siglo XV por el Conde de Benavente, quien debió impulsar las obras de su remodelación que se aprecian en bóvedas y cubos artilleros de la muralla. Entre su rico anecdotario histórico destaca la presencia circunstancial en sus estancias del féretro de Felipe el Hermoso, conducido en su desesperado viaje viudal por la reina Juana la Loca.


Características arquitectónicas
Los tratadistas destacan su aspecto "conventual", que achacan a la intervención en su construcción de los técnicos que dirigieron las obras de diversos monasterios cistercienses coetáneos. Así lo ponen de manifiesto detalles como la configuración de los ventanales o la disposición claustral del recinto interno. El asalto del Conde de Benavente - don Rodrigo de Pimentel -, quien tomó el castillo en 1469, debió dañar seriamente la cubierta. Las bóvedas originales fueron sustituidas por otras de cañón. La barbacana que protege y refuerza el recinto interior se levantó, también, en la decimoquinta centuria. Es de lamentar la reciente pérdida de la torre del homenaje, que ha dejado al conjunto huérfano de resaltes sobresalientes. Permanecen en pie, empero, nueve torres que rodean el perímetro.


Estado de conservación
Es de propiedad particular y en su recinto se desarrolló hasta no hace mucho la curación artesanal de unos afamados quesos. Los expertos reseñan la necesidad de una urgente consolidación.


(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

El arco de los Gigantes - Antequera

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El arco de los Gigantes situado en Antequera (provincia de Málaga) es una construcción realizada por iniciativa municipal en 1585 dentro de los planteamientos del humanismo, al objeto de sustituir un acceso en recodo de la cerca musulmana queriendo evocar con su gran vano de medio punto los arcos de triunfo del mundo clásico.
El Arco de los Gigantes se abre en un muro de más de dos metros de grosor realizado en mampostería, en el que se sitúan inscripciones latinas relativas tanto a la propia Anticaria como a otras ciudades romanas que existieron en sus inmediaciones (Singilia, Nescania, Osqua, etc.) y cuatro grandes lápidas en las que se desarrolla una dedicatoria al rey Felipe II.
El vano, en forma de medio punto, está compuesto por dovelas alargadas de piedra arenisca cuya clave se resalta situando en ella un relieve con un jarrón de azucenas. Éste, con el castillo y el león de la cornisa superior conforman el escudo de la ciudad, que se ofrece a la vista en la cara externa, abierta a la plaza Alta o de la Feria.
Sobre la cornisa se conservan los restos de una escultura romana de Hércules, que dio otro de los nombres con que se designó a la Puerta, además del de Arco de los Gigantes, alusivo a las estatuas de gran tamaño que en ella hubo.
El conjunto ha tenido con el paso del tiempo varias reestructuraciones, retirándosele y reponiéndose luego alguno de los elementos adosados en el momento de su construcción.

Castillo de Sohail - Fuengirola

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El Castillo de Sohail se encuentra situado en plena desembocadura del río de Fuengirola, sobre una pequeña colina aislada que se eleva 38 metros sobre el nivel del mar y en el centro de la Autovía de la Costa del Sol. Esta circunstancia lo convierte en un mirador privilegiado de una amplia franja costera dominada por la Sierra de Mijas y en la que se inscribe el municipio de Fuengirola.
Las magníficas condiciones geográficas de este lugar permitieron, desde época antigua, el continuado poblamiento de sus laderas por púnicos y romanos. Sobre las ruinas de sus asentamientos se edifica, ya en época califal, un primer enclave -quizás una torre almenara- del que subsisten pocos datos arqueológicos y documentales. Posteriormente, en el siglo XII, los almorávides levantan un recinto defensivo de planta irregular, adaptándose a los desniveles del terreno.
En el año 1485 el Castillo de Sohail es ocupado por el ejército cristiano en plena ofensiva contra el reino nazarí de Granada. A partir de ese momento el recinto militar entrará en un inevitable proceso de readaptación de su arquitectura que lo irá acercando a su fisonomía actual.
Pocos años más tarde el castillo pierde su función militar procediéndose a su pública subasta. El paso a manos civiles lo introduce en un periodo de abandono que no se verá interrumpido hasta la segunda mitad del siglo XX.
Las obras de rehabilitación han posibilitado que el Castillo de Sohail sea recuperado como lugar de encuentro de los fuengiroleños con su Historia y como espacio en el que se puede celebrar diferentes actos culturales.

Torre de los Guzmanes - Caleruega

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Religiosos dominicos regentan un monasterio cuyo patio nos reserva la sorpresa de contar con una auténtica reliquia de la arquitectura militar medieval. La tradición mantiene que en sus estancias nació Santo Domingo de Guzmán. Por dicho motivo, y tras su pertinente restauración, los titulares del conjunto monástico instalaron en sus estancias un museo dedicado a la vida del santo fundador de la orden.
Reseña histórica
La mayoría de los tratadistas sitúan su origen en e l siglo XII. Otros estudiosos sugieren la posibilidad de que se elevara en pleno siglo X. Lo cierto es que el edificio cuenta con una ventana geminada que se enmarca con arcos de herradura ultra sobrepasados tallados en piedra, cuya estilística nos aporta, a primera vista , sugerencias mozárabes que pueden catalogarse como inequívocas. Algún autor interpreta, sin embargo, este vestigio como obra reveladora de influencia mudéjar. Existen, cuando menos, argumentos contrapuestos qu provocan incertidumbre. La primera titularidad documentada del edificio corresponde al linaje Villamayor, que cedió la torre a la orden de Santiago, si bien acabaría recalando, por disposición real, bajo posesión de la orden religiosa dominica
Características arquitectónicas
Tiene planta rectangular y alcanza notoria belleza gracias exclusivamente a la armonía volumétrica, pues su diseño es un canto a la sobriedad . Muestra dos fases de construcción netamente diferenciada s. El bloque inferior toma luces mediante ventana geminada . El tramo superior es más pequeño que el del nivel basal. Se remata con una muy reconstruida almena . Divide su interior en tres pisos y una planta de sótano cubierta con bóveda. Las ventanas abiertas en sus muros nos permiten comprobar su extraordinario grosor.
Estado de conservación
Se integra en un conjunto conventual dominico. Ha sido restaurada y se encuentra en perfecto estado de conservación. Sus dependencias acogenelmuseo sobre aspectos vinculados a Santo Domingo de Guzmán.

(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)

Castillo-Palacio de Noreña

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El Castillo-palacio de Noreña fue una casa fuerte española situada en esta localidad asturiana, capital del concejo homónimo (Asturias).
Historia
Es probable que fuera erigido por orden de Rodrigo Álvarez de Asturias, figurando en el primero de sus testamentos. Fue heredad de los señores y condes de Noreña, pasando a manos de Enrique de Trastámara y su hijo bastardo Alfonso Enríquez, que residieron y se refugiaron en el mismo durante sus rebeliones contra la Corona.
Las Cortes de Segovia de 1383 despojaron a Alfonso Enríquez de sus posesiones asturianas entre las que estaba esta plaza, cediéndoselas a la Mitra e Iglesia de Oviedo como premio al apoyo prestado por el arzobispo Gutierre de Toledo a la causa de Juan I de Castilla frente a su hermano bastardo. Volvió definitivamente a manos del obispado tras la derrota de Alfonso Enríquez en el cerco a Gijón de 1395.
Fue cárcel de Francisco de Santullano en 1522, y se mantuvo en pie hasta bien entrado el siglo XIX, si bien en el siglo XVIII parte de la torre y su muralla ya se habían caído. Aunque se conoce perfectamente su ubicación, no puede determinarse su planta y mucho menos el alzado.

Castillo de Cardona

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Fue fortificado en el año 880 por Guifre el Velloso y sus murallas fueron remodeladas muchas veces. En 1462-72 por ejemplo durante un período bélico, el rey Juan II residió en el castillo hasta 1468 donde se reunió con su hijo Fernando: el rey de Sicilia.
De igual manera sufrió asedio felipista en 1711, los ataques de artillería abrieron brechas en las murallas; pero el castillo resistió.
Fue de todos los castillo el mejor dotado en medios defensivos, tenía 3 y hasta 4 lienzos de protección con almenas, matacanes, saeteras con numerosos salientes y entrantes. una casamata construida por Ramón de Belenguer IV, dos patios, 2 crujías con adornos bizantinos y una iglesia homogénea al estilo románico.

Castillo de Gauzón - Castrillón

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El castillo de Gauzón está situado en el concejo de Castrillón (Asturias).
Hoy en día el castillo está prácticamente desaparecido, en parte debido a que gran parte de las piedras que lo conformaban fueron saqueadas por los habitantes de la zona para construir casas, etc
El castillo tiene para la historia de Asturias una singular importancia debido a que en él se recubrió de piedras preciosas la Cruz de la Victoria.
La fortaleza es objeto de trabajos de recuperación arqueológica, que han dado sorprendentes datos relativos a la fecha de construcción del castillo. Los historiadores fechaban la construcción durante el siglo IX basándose en crónicas, pero las últimas pruebas con carbono 14 datan la construcción a mediados del siglo VII.1
Antes de que el reino de Asturias alcanzase su máximo esplendor ya existían grupos de poder en este territorio. Esa es la principal conclusión que se desprende del hallazgo que han realizado los arqueólogos directores de las excavaciones en El Peñón de Raíces. Iván Muñiz y Alejandro García hicieron públicos los resultados de un análisis que revelan la datación de una fortificación atribuida a un grupo de poder en ese emplazamiento que ya existía antes de que Alfonso II y Alfonso III impulsaran el reino de Asturias.

Durante la campaña de excavaciones llevada a cabo en la primavera de 2007, los dos arqueólogos encontraron una serie de carbones correspondientes a los restos de un incendio que se había producido en una estancia de El Peñón de carácter aristocrático. Tras realizar las pruebas del carbono 14 llegó la sorpresa. «Pudimos rescatar una zanja de cimentación de la fortificación donde encontramos los carbones. Datan de mediados del siglo VII. Esto nos hace plantearnos que antes del reino de Asturias había grupos de poder capaces de levantar una edificación aristocrática», explicó Iván Muñiz.

Casa Fuerte de San Cebrián de Buena Madre

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Los historiadores atribuyen la fundación de la pequeña localidad palentina de San Cebrián de Buena Madre al primer monarca castellano, Fernando I. Tanto la situación como las características arquitectónicas del palacio o casa-fuerte de esta minúscula población nos hablan bien a las claras de su finalidad residencial.
Reseña histórica
Los expertos sitúan la fecha de su edificación en los primeros años del siglo XVI . Se atribuye su construcción a Don Juan Castro de Múgica, cuyo monumental escudo decora la fachada principal del palacio.
Características arquitectónicas
Muestra planta rectangular de sobrio diseño, con el único resalte de los cubos cilíndricos almenados que se elevan en los ángulos del edificio. El detalle ornamental más sobresaliente es el blasón instalado sobre el arco de medio punto de la puerta de acceso. Corresponde, como ha quedado señalado, a la familia Múgica y se enmarca bajo alfiz. El principal componente de sus paramentos es una sillería d e irregular compostura.
E s t a d o d e conservación
El edificio se conserva completo y ha sido restaurado . Es de propiedad privada y se encuentra en recinto cerrado de acceso restringido.

(Los Castillos y Fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)


Torreón de Villanueva de la Torre

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La pérdida de la preponderancia histórica de algunas localidades nortepalentinas ha dejado sobre sus solares notables paradojas. Villanueva de la Torre es muestra muy expresiva de ese grupo de villas que pese a haber quedado reducidas a minúsculas comunidades casi deshabitadas mantienen entre su caserío notables obras arquitectónicas. No parece, desde luego, la actual entidad administrativa de la villa suficiente argumento para explicar la existencia en su solar de una de las más bellas y esplendorosas iglesias románicas de la provincia y una robusta fortaleza defensiva.
Reseña histórica
Disponemos de pocas citas históricas para fijar con precisión el origen de este edificio fortificado que protegía el tránsito entre las tierras de La Braña y los dominios del curso alto del Pisuerga. Los historiadores apuestan por los últimos años del siglo XIII o los primeros del XIV para datar el período en el que probablemente se edificara el conjunto.
Características arquitectónicas
Algún vestigio de barrera defensiva que se ha salvado del total arruinamiento nos permite suponer que el torreón dispuso de barbacana exterior. Un foso perimetral protegía el conjunto fortificado. El sobrio torreón ha sufrido una curiosa sucesión de obras de recrecimiento y posterior desmochamiento, con lo que al camuflaje de su remate almenado original une el aspecto desaliñado que deriva de la pérdida de las hiladas superiores de materiales constructivos. Se nutre su fábrica de oscuros sillares, que son de irregular talla en el cuerpo central de los muros y de buena factura en los remates angulares. Su planta cuadrada tiende a decrecer a medida que avanza en altura. Repasando detalladamente el interior de los muros pueden apreciarse algunos mechinales que permiten suponer la existencia de cuatro alturas separadas por techumbres de madera.
Estado de conservación
Se conserva únicamente el torreón central, que muestra aparente estado de buena consolidación. En su abandonado emplazamiento hoy día no tiene otro uso que el de sustento para los aparatosos nidos que las cigüeñas han instalado sobre sus cornisas.

(Los Castillos y Fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)


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