Situado en el actual Barrio de San Miguel, antiguo Arrabal Islámico de la época musulmana. Dedicado a los baños termales constituye uno de los monumentos mejor conservados en la Península Ibérica dedicados a esta actividad.
Su antigüedad data de finales del siglo XIII, ubicado sabiamente junto al arroyo de las Culebras para abastecerse de agua más rápidamente por un sistemas de norias movidas por el trabajo y fuerza de un burro o asno.
Originariamente estaba provisto de preciosos mármoles, yeserías y mosaicos que sufrieron las expoliaciones en el transcurso del tiempo; aún así los baños árabes podrían volver a ser utilizados con una mínima restauración.
El edificio consta de tres salas bien diferenciadas, así como un sistema de conducción de aguas y calderas conservado casi en su totalidad.
Bien sabido es la importancia del agua, el bienestar y la higiene en el mundo árabe así como los centros de reunión por ello la belleza y la comodidad que se palpa nada más entrar en la estancia.
Así pues recorremos una habitación caliente con la caldera y la chimenea para la salida de humos, era la habitación de servicios propiamente .
La segunda sala o sala central está dividida en tras salas semiesféricas sobre arcos de herradura de ladrillos. Ciertas partes han sido reformadas pero aún se conserva un capitel corintio romano erosionado por el paso del tiempo. Es imposible pasar por alto la iluminación de la sala, repleta de luceros en forma de estrella por donde entrada la luz.
La tercera sala consta de una gran pila ,en los laterales se pueden apreciar claramente los canales del agua; esta habitación era destinada par el relajamiento, masajes y vestuario.
Fuera en la entrada vemos la puerta con arco de herradura y la alberca bien conservada que servía de limpieza antes de entrar a los baños.
Su antigüedad data de finales del siglo XIII, ubicado sabiamente junto al arroyo de las Culebras para abastecerse de agua más rápidamente por un sistemas de norias movidas por el trabajo y fuerza de un burro o asno.
Originariamente estaba provisto de preciosos mármoles, yeserías y mosaicos que sufrieron las expoliaciones en el transcurso del tiempo; aún así los baños árabes podrían volver a ser utilizados con una mínima restauración.
El edificio consta de tres salas bien diferenciadas, así como un sistema de conducción de aguas y calderas conservado casi en su totalidad.
Bien sabido es la importancia del agua, el bienestar y la higiene en el mundo árabe así como los centros de reunión por ello la belleza y la comodidad que se palpa nada más entrar en la estancia.
Así pues recorremos una habitación caliente con la caldera y la chimenea para la salida de humos, era la habitación de servicios propiamente .
La segunda sala o sala central está dividida en tras salas semiesféricas sobre arcos de herradura de ladrillos. Ciertas partes han sido reformadas pero aún se conserva un capitel corintio romano erosionado por el paso del tiempo. Es imposible pasar por alto la iluminación de la sala, repleta de luceros en forma de estrella por donde entrada la luz.
La tercera sala consta de una gran pila ,en los laterales se pueden apreciar claramente los canales del agua; esta habitación era destinada par el relajamiento, masajes y vestuario.
Fuera en la entrada vemos la puerta con arco de herradura y la alberca bien conservada que servía de limpieza antes de entrar a los baños.