Quiso la fortuna bendecir a Miranda del Castañar ubicando su caserío en un resalte del terreno desde el que se disfruta una hermosa panorámica. La otoñada compone en su entorno un canto a la vivacidad de su bello y cambiante paisaje.
Reseña histórica
Miranda del Castañar se constituye en Comunidad de Villa y Tierra bajo el reinado del monarca Alfonso IX. La protección del núcleo urbano repoblado se confió a una muralla, que serviría posteriormente de apoyo para la construcción del castillo. Mediado el siglo XV el monarca castellano Enrique IV donó la villa de Miranda - que había confiscado al conde de Alba - a don Pedro de Zúñiga, conde de Plasencia. Las obras del castillo se inician en 1451. Así lo atestigua una desgastada lápida incrustada en uno de los muros de la torre del homenaje. Dos años después del inicio de las obras fallece su impulsor don Pedro de Zúñiga - o Estúñyga, según reza la lápida fundacional -. Le sucede en el señorío de la villa su hijo don Diego López de Zúñiga, que en 1457 es intitulado Conde de Miranda del Castañar. Continuó las obras del edificio fortificado, hasta que fue ocupado por el duque de Alba don García Álvarez de Toledo, que reivindicaba derechos históricos derivados de la donación de la villa por el rey castellano Juan II a sus antecesores. Ciertas características arquitectónicas de alguno de los cubos de la barrera hacen presuponer a los historiadores que el cierre externo del castillo debió rematarse en épocas más tardías.
Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal. Su estructura se compone con torre del homenaje de planimetría cuadrangular y un recinto amurallado de forma irregular, en cuyo contorno se distribuyen media docena de cubos defensivos. Combina materiales constructivos heterogéneos. El proyectista del edificio aprovechó una parte del recinto amurallado de que disponía la villa antes de la construcción del castillo. Estos tramos del recinto exterior se fabricaron con mampostería, mientras que en los muros más modernos hallaremos sillarejo irregular. La torre del homenaje ocupa una posición descentrada en el patio interior. Los restos de su corona que se han conservado nos permiten adivinar que tuvo almena sobre matacán apoyado en ménsulas de tres cuerpos y garitas angulares.
Estado de conservación
Conserva en buen estado de consolidación una parte importante de su estructura original. Es de propiedad particular y carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
Miranda del Castañar se constituye en Comunidad de Villa y Tierra bajo el reinado del monarca Alfonso IX. La protección del núcleo urbano repoblado se confió a una muralla, que serviría posteriormente de apoyo para la construcción del castillo. Mediado el siglo XV el monarca castellano Enrique IV donó la villa de Miranda - que había confiscado al conde de Alba - a don Pedro de Zúñiga, conde de Plasencia. Las obras del castillo se inician en 1451. Así lo atestigua una desgastada lápida incrustada en uno de los muros de la torre del homenaje. Dos años después del inicio de las obras fallece su impulsor don Pedro de Zúñiga - o Estúñyga, según reza la lápida fundacional -. Le sucede en el señorío de la villa su hijo don Diego López de Zúñiga, que en 1457 es intitulado Conde de Miranda del Castañar. Continuó las obras del edificio fortificado, hasta que fue ocupado por el duque de Alba don García Álvarez de Toledo, que reivindicaba derechos históricos derivados de la donación de la villa por el rey castellano Juan II a sus antecesores. Ciertas características arquitectónicas de alguno de los cubos de la barrera hacen presuponer a los historiadores que el cierre externo del castillo debió rematarse en épocas más tardías.
Características arquitectónicas
Muestra planta trapezoidal. Su estructura se compone con torre del homenaje de planimetría cuadrangular y un recinto amurallado de forma irregular, en cuyo contorno se distribuyen media docena de cubos defensivos. Combina materiales constructivos heterogéneos. El proyectista del edificio aprovechó una parte del recinto amurallado de que disponía la villa antes de la construcción del castillo. Estos tramos del recinto exterior se fabricaron con mampostería, mientras que en los muros más modernos hallaremos sillarejo irregular. La torre del homenaje ocupa una posición descentrada en el patio interior. Los restos de su corona que se han conservado nos permiten adivinar que tuvo almena sobre matacán apoyado en ménsulas de tres cuerpos y garitas angulares.
Estado de conservación
Conserva en buen estado de consolidación una parte importante de su estructura original. Es de propiedad particular y carece de uso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)