La plaza de Villalpando, localidad de alma esteparia, hunde sus orígenes en fechas próximas al fin del primer milenio. Rodeada de la inmensa llanura de Tierra de Campos sorprende al visitante por su riqueza monumental - auténtico escaparate de arquitectura mudejar - que atestigua su rica tradición histórica. El auge inicial de la villa coincide con la repoblación impulsada por Fernando II de León en el último tercio del siglo XII. Sus iglesias de San Nicolás y San Pedro capitalizan el denominado "foco mudejar de Villalpando", mientras que el templo de Santa María la Antigua sigue el modelo constructivo cuyo centro de influencia se sitúa en la cercana localidad de Toro.
Reseña histórica
Si contemplamos detalladamente la espléndida puerta de San Andrés encontraremos, sobre el vano de acceso, el escudo de los Velasco, a quienes pertenece desde finales del siglo XIV la villa, en la que edificaron un palacio fortificado del que apenas restan, como vestigios de su perdida grandeza, los muros perimetrales.
Características arquitectónicas
El recinto original del palacio de los Velasco, construido originalmente con planta cuadrada y fábrica de mampostería, fue ampliado entre los siglos XV y XVI mediante la adición de un cubo de recia sillería. El elemento más atractivo del conjunto fortificado de Villalpando es la denominada puerta de San Andrés, que ha sido objeto de diversas transformaciones desde su remoto origen, que los historiadores sitúan en la época de la repoblación de la plaza - hacia el año 1170 -. El arco apuntado del vano se integra en portada ricamente decorada y se flanquea por dos sobrios cubos protectores. Sobre el vano hallaremos, además del escudo de los Velasco, el blasón municipal - ornamentado con sencillas bandas horizontales - y otro con diseño simple en forma de aspa. Todo ello encerrado en espléndido marco rectangular sogueado.
Estado de conservación
La puerta de San Andrés es el elemento del conjunto fortificado que luce un mejor estado de conservación. Constituye un magnífico saludo de recepción a los visitantes que quieran internarse en esta adusta villa de Tierra de Campos a través de tan monumental conjunto de acceso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)
Reseña histórica
Si contemplamos detalladamente la espléndida puerta de San Andrés encontraremos, sobre el vano de acceso, el escudo de los Velasco, a quienes pertenece desde finales del siglo XIV la villa, en la que edificaron un palacio fortificado del que apenas restan, como vestigios de su perdida grandeza, los muros perimetrales.
Características arquitectónicas
El recinto original del palacio de los Velasco, construido originalmente con planta cuadrada y fábrica de mampostería, fue ampliado entre los siglos XV y XVI mediante la adición de un cubo de recia sillería. El elemento más atractivo del conjunto fortificado de Villalpando es la denominada puerta de San Andrés, que ha sido objeto de diversas transformaciones desde su remoto origen, que los historiadores sitúan en la época de la repoblación de la plaza - hacia el año 1170 -. El arco apuntado del vano se integra en portada ricamente decorada y se flanquea por dos sobrios cubos protectores. Sobre el vano hallaremos, además del escudo de los Velasco, el blasón municipal - ornamentado con sencillas bandas horizontales - y otro con diseño simple en forma de aspa. Todo ello encerrado en espléndido marco rectangular sogueado.
Estado de conservación
La puerta de San Andrés es el elemento del conjunto fortificado que luce un mejor estado de conservación. Constituye un magnífico saludo de recepción a los visitantes que quieran internarse en esta adusta villa de Tierra de Campos a través de tan monumental conjunto de acceso.
(Los castillos y fortalezas de Castilla y León - Carlos M. Martín Jiménez)