La ciudad de Albarracín tuvo su razón de ser primordial en su ubicación estratégica en un lugar de fácil defensa, situado al lado de una fértil vega. La capacidad defensiva del lugar se vio acrecentada por una serie de construcciones levantadas a lo largo del tiempo y que fue aumentando su fortaleza hasta convertirse en una plaza prácticamente inexpugnable para los medios de ataque de la época.
El sistema defensivo de la ciudad se compone de tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca, y dos recintos cerrados por fuertes murallas. El primer recinto, que corresponde a la medina o primitiva ciudad musulmana, estaba rodeado por una muralla sin torres y con una sola puerta situada en las inmediaciones de la plaza Mayor. Dentro de este recinto había dos castillos, el principal, que está siendo restaurado actualmente dado el estado ruinoso en que se encontraba, y laTorre de Doña Blanca, que defendía el extremo sur de la ciudad y cuya construcción debió realizarse en tiempos de Jaime II de Aragón.
El segundo recinto posee las murallas más imponentes. No sólo encerraba el caserío de este barrio, sino un amplio espacio de monte que podía servir para refugio de los ganados en caso de peligro. Su punto más fuerte era la Torre del Andador, construcción del siglo X anterior a la edificación de este recinto exterior. La torre primitiva fue reforzada sucesivamente hasta convertirse en un castillo con su muralla, aljibe y plaza de armas. Durante el siglo XIV se debió reconstruir la casi totalidad del recinto, dotándolo de fuertes torres, cerradas las del frente norte y abiertas las del oeste, que no son más que pliegues de la muralla, que caso de ser conquistadas por los asaltantes no podían hacerse fuertes en ellas por no tener defensa hacia la ciudad.
Para subir a las murallas de este segundo recinto tenemos tres caminos. En primer lugar, podemos subir por la calle del Chorro, y una vez llegado a la fuente subir por unas escaleras que nos llevarán al principio del camino. También podemos subir por la calle Subida a las Torres, que arranca desde la iglesia de Santiago. Por último, podemos subir por el Portal de Molina. Desde éste se puede apreciar el sistema defensivo de la muralla, con sus torres escalonando la áspera falda de la montaña.
En la foto superior podemos ver cómo los tres caminos convergen en uno que asciende en diagonal. Una vez arriba veremos una pequeña puerta abierta sobre la muralla desde la que se contempla toda la vega del Guadalaviar y el barrio del Arrabal. Se puede recorrer un tramo de la muralla; junto a la puerta veremos unas pequeñas escaleras que nos llevan a la parte de la muralla que no está almenada, y bajar, el que se atreva, hasta el torreón de la derecha, y desde éste recorrer la primera parte de la muralla este hasta el siguiente torreón. Desde la puerta es posible subir por un camino hasta la torre del Andador que se encuentra a 1240 metros sobre el nivel del mar. Otra posibilidad es bajar por un camino hasta la otra parte de la muralla este que nos lleva hasta el torreón redondo y más bajo, en el que termina la muralla.
(Ayuntamiento de Albarracín)
El sistema defensivo de la ciudad se compone de tres castillos, el principal, el del Andador y el de Doña Blanca, y dos recintos cerrados por fuertes murallas. El primer recinto, que corresponde a la medina o primitiva ciudad musulmana, estaba rodeado por una muralla sin torres y con una sola puerta situada en las inmediaciones de la plaza Mayor. Dentro de este recinto había dos castillos, el principal, que está siendo restaurado actualmente dado el estado ruinoso en que se encontraba, y laTorre de Doña Blanca, que defendía el extremo sur de la ciudad y cuya construcción debió realizarse en tiempos de Jaime II de Aragón.
El segundo recinto posee las murallas más imponentes. No sólo encerraba el caserío de este barrio, sino un amplio espacio de monte que podía servir para refugio de los ganados en caso de peligro. Su punto más fuerte era la Torre del Andador, construcción del siglo X anterior a la edificación de este recinto exterior. La torre primitiva fue reforzada sucesivamente hasta convertirse en un castillo con su muralla, aljibe y plaza de armas. Durante el siglo XIV se debió reconstruir la casi totalidad del recinto, dotándolo de fuertes torres, cerradas las del frente norte y abiertas las del oeste, que no son más que pliegues de la muralla, que caso de ser conquistadas por los asaltantes no podían hacerse fuertes en ellas por no tener defensa hacia la ciudad.
Para subir a las murallas de este segundo recinto tenemos tres caminos. En primer lugar, podemos subir por la calle del Chorro, y una vez llegado a la fuente subir por unas escaleras que nos llevarán al principio del camino. También podemos subir por la calle Subida a las Torres, que arranca desde la iglesia de Santiago. Por último, podemos subir por el Portal de Molina. Desde éste se puede apreciar el sistema defensivo de la muralla, con sus torres escalonando la áspera falda de la montaña.
En la foto superior podemos ver cómo los tres caminos convergen en uno que asciende en diagonal. Una vez arriba veremos una pequeña puerta abierta sobre la muralla desde la que se contempla toda la vega del Guadalaviar y el barrio del Arrabal. Se puede recorrer un tramo de la muralla; junto a la puerta veremos unas pequeñas escaleras que nos llevan a la parte de la muralla que no está almenada, y bajar, el que se atreva, hasta el torreón de la derecha, y desde éste recorrer la primera parte de la muralla este hasta el siguiente torreón. Desde la puerta es posible subir por un camino hasta la torre del Andador que se encuentra a 1240 metros sobre el nivel del mar. Otra posibilidad es bajar por un camino hasta la otra parte de la muralla este que nos lleva hasta el torreón redondo y más bajo, en el que termina la muralla.
(Ayuntamiento de Albarracín)