Fue conocido primitivamente como Castelo de Alba de Bubal, cabeza de jurisdicción de Os Chaos de Amoeiro(Ourense), pertenece a la parroquia de Trasalba, topónimo procedente de la situación que ocupa respecto del castillo.
Fue desde su origen fortaleza real y uno de los cinco castillos orensanos con que Alfonso IX dotó a su esposa doña Berenguela en 1199. Con anterioridad hacia el año 1060, la condesa Odrocia, su hija Elvira y su nieto Nuño Rodríguez se habían levantado contra Fernando I, apoderándose de varios fuertes , entre ellos el de Monterroso(Lugo) y el de Alba de Bubal, aunque finalmente, fueron vencidos y confiscadas sus tierras. Por el tratado de Cabreros (1206), doña Berenguela le dió a su hijo, ya rey de castilla , Alfonso IX cedió a teresa Yañez la villa realenga de Formigueiro ”por los muchos y buenos y gratos servicios que me hicisteis”.
A partir de aquí, nace una tensión constante entre los tenencieros de Alba de Bubal y el inmediato monasterio benedictino de Santa Comba de Naves. El 12 de septiembre de 1229 en Rivadavia , Alfonso IX, por denuncia de Naves, sentenció que el monasterio no estaba obligado a pagar yantar , labor en el castillo y el pecho de un pan mensual que el tenenciero le exigía, por cuanto le constaba que tales imposiciones habían sido hechas por señores que solían tener la tierra y no por autoridad real.
Durante la segunda revuelta irmandiña (1467) fue derrocada la fortaleza de Formigueiro. Reconstruida de nuevo y como fuese cabeza de jurisdicción, se salvó de ser definitivamente arrastrada por Acuña y Chinchilla. Pese a la lenta ruina sufrida en Edad Moderna subsistía con suficiente entereza en enero de 1809, convirtiéndose en foco de la ardiente resistencia que la gente de Os Chaos opuso a la invasión francesa: incluso salvaron sus ganados de la requisa, ocultándolos en los subterráneos abovedados del castillo, que eran los mas característicos de la construcción.
En el presente han desaparecido hasta los caminos helicoidales de acceso y solo queda un pozo excavado en la ladera y unos derrumbes de mampostería. El talud de 45 grados que hay que trepar evidencia que se trataba de un castillo típicamente roquero.
Fue desde su origen fortaleza real y uno de los cinco castillos orensanos con que Alfonso IX dotó a su esposa doña Berenguela en 1199. Con anterioridad hacia el año 1060, la condesa Odrocia, su hija Elvira y su nieto Nuño Rodríguez se habían levantado contra Fernando I, apoderándose de varios fuertes , entre ellos el de Monterroso(Lugo) y el de Alba de Bubal, aunque finalmente, fueron vencidos y confiscadas sus tierras. Por el tratado de Cabreros (1206), doña Berenguela le dió a su hijo, ya rey de castilla , Alfonso IX cedió a teresa Yañez la villa realenga de Formigueiro ”por los muchos y buenos y gratos servicios que me hicisteis”.
A partir de aquí, nace una tensión constante entre los tenencieros de Alba de Bubal y el inmediato monasterio benedictino de Santa Comba de Naves. El 12 de septiembre de 1229 en Rivadavia , Alfonso IX, por denuncia de Naves, sentenció que el monasterio no estaba obligado a pagar yantar , labor en el castillo y el pecho de un pan mensual que el tenenciero le exigía, por cuanto le constaba que tales imposiciones habían sido hechas por señores que solían tener la tierra y no por autoridad real.
Durante la segunda revuelta irmandiña (1467) fue derrocada la fortaleza de Formigueiro. Reconstruida de nuevo y como fuese cabeza de jurisdicción, se salvó de ser definitivamente arrastrada por Acuña y Chinchilla. Pese a la lenta ruina sufrida en Edad Moderna subsistía con suficiente entereza en enero de 1809, convirtiéndose en foco de la ardiente resistencia que la gente de Os Chaos opuso a la invasión francesa: incluso salvaron sus ganados de la requisa, ocultándolos en los subterráneos abovedados del castillo, que eran los mas característicos de la construcción.
En el presente han desaparecido hasta los caminos helicoidales de acceso y solo queda un pozo excavado en la ladera y unos derrumbes de mampostería. El talud de 45 grados que hay que trepar evidencia que se trataba de un castillo típicamente roquero.